“Imaginen la tontería que representa permitir que la gente se entregue a juegos complejos que en nada aumentan el consumo”.
Sin el más mínimo afán de hacer terrorismo técnico o del progreso, Aldous Huxley presenta en esta prodigiosa novela una crítica o una advertencia (se los dejo a consideración) de lo que un mundo donde la civilización sea dominada por conceptos o factores del progreso, puede desencadenar desde una hipérbole de lo que pudiera ser.
“Un mundo feliz”, desafortunado título en español al texto en el idioma original Brave New World; y lo considero desafortunado por lo que el título en sí mismo plantea con una fuerza verdadera a lo que el texto relata; en la más literal traducción esto sería Nuevo Mundo Valiente o Valiente Nuevo Mundo. Y me atrevo a hacer esta consideración con absoluto respeto y honestamente desconociendo absolutamente el porqué se optó por este nombre para su publicación al español por lo siguiente:
El texto plantea cómo sería el mundo y la sociedad bajo un esquema de consumo excesivo, gobernado y reglamentado por un poder central basado en conceptos de eficiencia, valor personal y maximización extrema. Es sin lugar a dudas, una previsión a lo que puede venir si la sociedad decide romper el valor de la persona en tanto ser social, con pasiones, sueños, deseos, frustraciones y demás debilidades humanas que nos generan y ponen como humanos en realidad.
Este mundo valiente tiene un orden social dominado, donde las personas son creadas a la carta, esto es, con alteración en cuanto a capacidad dependiendo la tarea para la cual está designado el individuo. Un mundo donde el concepto de lo moral recae en los afanes de consumo, de alineación y de nula creatividad o duda. La deidad quien es Nuestro Ford y la esencia de la vida, cuando un elemento sale de la programación y empieza a experimentar sensaciones es ayudada por el medicamento soma, que lo vuelve a la realidad de no cuestionar y vivir bajo el programa definido.
Es un texto digno de lectura por su excelente pluma, pero sobre todo un texto reflexivo en tanto a que tan dominados y alineados estamos a deseos o necesidades creadas que cada vez nos dominan de manera más extrema y peligrosa.
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