Desde mayo pasado, Greenpeace México envió al Comité Consultivo de Normalización de Regulación y Fomento Sanitario, y a Julio Salvador Sánchez y Tépoz, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), una recomendación para que durante la revisión que actualmente hacen de la Norma Oficial Mexicana-022 (sobre dióxido de azufre y salud ambiental) garanticen disminuir los límites permitidos para la concentración de este gas en el aire.
La COFEPRIS tuvo hasta el 28 de junio para resolver los comentarios de Greenpeace y otras organizaciones de la sociedad civil y, en su caso, modificar la Norma. Sin embargo, hasta hoy se desconoce si la dependencia hizo caso de las recomendaciones.
La Norma actual establece un valor límite promedio de 288 µg/m3 en 24 horas, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un máximo de 20 µg/m3 en la misma temporalidad. Sin embargo, lejos de reforzar la protección a la salud a través de mejorar la Norma, el proyecto de modificación actual (PROY-NOM-022-SSA1-2017) establece que el límite sea de 104.8 µg/m3 por día, lo que representa 5 veces más de lo que recomienda la OMS. En concreto, Greenpeace México, en su calidad de organización defensora de los derechos ambientales, exigió a COFEPRIS que homologue la NOM-022 con lo que establece la OMS antes de su publicación definitiva.
Ante la demora en la respuesta, Greenpeace México exhortó ayer por medio de una misiva al Comité y a la COFEPRIS a que dé respuesta a los comentarios de la sociedad civil y, especialmente, modifique la NOM-022 para que esté homologada con los más altos estándares en materia de salud ambiental, un derecho humano.
La contaminación del aire es un tema de salud urgente en nuestro país, ya que cada año mueren 17 mil personas por padecimientos vinculados a la mala calidad del aire, que se origina por la concentración de gases contaminantes como el dióxido de azufre. Además, en México, los costos de este impacto a la salud alcanzan los 577 mil millones de pesos, lo que equivale a 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto.
A esto se suma que la población más afectada son las personas adultas mayores, y las niñas, niños y adolescentes. En 2016, más de mil niñas y niños menores de 5 años murieron por enfermedades ligadas a la contaminación ambiental.
La oportunidad que tiene hoy COFEPRIS para homologar la NOM 022 con los más altos estándares para la protección de la salud y los derechos humanos, no volverá a repetirse hasta 2023, cuando toque una nueva actualización de esta norma.
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