Organizaciones de la sociedad civil (ONGs) reiteraron su llamado urgente a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para que publique lo más pronto posible el Decreto de Área Natural Protegida (ANP) de las Sierras La Giganta y Guadalupe en categoría de Reserva de la Biósfera, lo cual es indispensable para proteger esta zona de la marginación social de sus comunidades rurales y depredación ambiental que está sufriendo, así como para que México pueda cumplir con sus compromisos internacionales en materia de superficie protegida.
Recientemente, al recibir la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad de las Islas Revillagigedo, el presidente Enrique Peña Nieto reiteró el compromiso de que, antes de concluir su gestión, serán declaradas ANP 10% de las zonas marinas del país y 17% de las terrestres. Sin embargo, sin el decreto de ANP de las Sierras la Giganta y Guadalupe, se estarían dejando sin protección 1.6 millones de hectáreas.
Al respecto, la Sociedad de Historia Natural Niparajá señaló que «Reconocemos los avances por parte de Conanp, y vemos como una tarea urgente que se cierre el proceso de consulta y se informe debidamente a las partes interesadas para evitar malos entendidos y desinformación, y pueda darse el siguiente paso, es decir, emitir el decreto de área protegida».
En comunicado de prensa se detalló que los valores sociales y ambientales de esta región son incalculables: permiten la captura de agua de cuatro de los cinco municipios de Baja California Sur (BCS), brindándole agua a la mitad de las comunidades y 20% de la población de este estado. Es hábitat de especies carismáticas, algunas de ellas amenazadas, como lo son el borrego cimarrón, el venado bura, pumas y cientos de especies de aves migratorias. En lo que se refiere a su población, la sierra tiene menos de 5 mil habitantes, quienes se encuentran en condiciones de pobreza y marginación, enfrentando problemas de sequía y falta de oportunidades económicas. Adicionalmente, la zona ha padecido impactos ambientales negativos como son la deforestación generada por la ganadería extensiva, la cacería furtiva y la parcelación de terrenos.
En este contexto, la propuesta de Reserva de la Biosfera busca revertir estas tendencias al proponer un manejo ordenado del área, donde sean los residentes locales los principales beneficiados. Crear esta área protegida es crítico para el bienestar de BCS, y además uno de los compromisos de México como parte de las metas de Aichi, las cuales están encaminadas a detener la pérdida de biodiversidad biológica para el año 2020 a nivel mundial.
Aunque se han dado pasos firmes para la consolidación del ANP, a nivel local no se ha realizado el esfuerzo suficiente para lograr la publicación del Decreto. En este sentido, el proceso de consulta de opinión, requisito para crear el ANP, no ha sido debidamente concluido por Conanp. Resulta fundamental informar oportunamente y de forma oficial a los ejidos y a otros actores clave; de igual forma, se debe involucrar a instituciones públicas del sector social, ambiental y productivo en el proceso de consulta.
El trabajo que se ha realizado a nivel federal para elaborar el Estudio Previo Justificativo (EPJ), debe ser acompañado por un respaldo del gobierno del estado de BCS, quien debe sumarse activamente a la colaboración en materia de ANPs en el estado.
«La falta de información veraz y oportuna hacia las comunidades pone en riesgo el Decreto y sin duda obstaculizará cualquier acción de manejo y conservación», señaló Meredith de la Garza, Directora Ejecutiva de Niparajá.
Cabe señalar que el Decreto cuenta con el apoyo de diversos actores e instituciones como investigadores, ejidatarios, sociedad civil, rancheros de la región, asociaciones de productores y ayuntamientos, algunos de los cuales han enviado cartas de respaldo al gobernador de BCS, Carlos Mendoza Davis, y al Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal, Rafael Pacchiano.
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