La final del mundial de futbol se la ganaron Holanda y España. Dos escuelas diferentes de fut. Distintas a Alemania, Brasil o Argentina, es un estilo alegre con líneas movibles hasta lograr el gol. En el próximo número de Mi Ambiente analizaremos el partido.
Puntos a resaltar de este torneo: El futbol es el deporte de todo el mundo. Hay personas que no les gusta y se les respeta. Pero en todos los países hay multitudes de aficionados, más los miles que suman a la festividad de la competencia.
Sólo en Estados Unidos se conoce que el Gobierno interviene en el deporte, en futbol americano o beisbol; bajo la definición de proteger a la afición y garantizar la calidad y honestidad; para que no timen al público.
Hoy también ocurre con el futbol soccer, en Francia, el Presidente, Nicolas Zarkosy, lo hizo ante el fiasco y escándalo de la selección francesa. Es interés de Estado. Países hermanos como Paraguay y Uruguay, de futbol parecido al de México, cubrieron una competencia de epopeya. Su país, gobierno y aficionados, los homenajearon.
En México fue de fracaso. Un técnico, Javier Aguirre, soberbio y caprichudo, contratado por la cúpula de dueños de equipos, ambiciosos que buscan jugosas ganancias de dinero; pero no la calidad de deporte. Hasta el Presidente Felipe Calderón resultó cómplice del fracaso, al intervenir para convencer a Aguirre. El resultado es el desencanto de los millones de ciudadanos. La pregunta que hace el público es ¿Hasta cuándo? ¿Quién mejorará el futbol, competitivo y triunfador.
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