Al calcular la huella ecológica, es posible conocer la magnitud con que cada actividad contribuye a determinar su tamaño. Sabemos que a nivel mundial la superficie necesaria para la captación o secuestro del bióxido de carbono (CO2) producido por la quema de los combustibles fósiles, el gas natural y el carbón, es el rubro que más aporta a la huella ecológica, demandado poco más de 47% de la superficie total requerida para cubrir nuestras necesidades. Esta captación o secuestro del CO2 la realizan, principalmente, los bosques y los océanos –aun cuando la contribución de estos últimos no se contabiliza en la huella ecológica-, lo que evita que todo ese gas se concentre en la atmósfera y se exacerbe el llamado “efecto invernadero”.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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