El caso del agua suministrada para uso humano tampoco muestra signos positivos. Aun cuando la construcción de infraestructura como presas y otros reservorios ha permitido que muchas más personas en el mundo tengan acceso al agua dulce, el uso que hacemos de ella es inadecuado. Tan sólo del agua que utilizamos para regar nuestros cultivos, la extracción excede entre 15 y 35% la capacidad de abastecimiento en el mundo. La conversión de humedales, la contaminación del agua y la pérdida de la biodiversidad en los ecosistemas acuáticos han afectado la capacidad de abastecimiento del vital líquido.
Los servicios de regulación que ofrecen los ecosistemas también muestran evidentes signos de deterioro. La capacidad de autolimpieza de los contaminantes de la atmósfera fue rebasada desde hace muchos años, la regulación del clima local y regional se ha visto alterada en muchas regiones, principalmente debido a los cambios de las cubiertas vegetales naturales. De igual modo, el control de la erosión de los sueños, la purificación del agua, el control de plagas y la capacidad de reducir el impacto ante eventos extremos –como huracanes- ha disminuido en muchas regiones del planeta.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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