Todos los elementos que forman al suelo interaccionan entre sí para formar un verdadero ecosistema complejo y dinámico que permite que las plantas obtengan los nutrientes necesarios para establecerse y desarrollarse. Esto hace posible que muchas especies de animales, específicamente las que se alimentan de plantas –es decir, los llamados herbívoros–, puedan alimentarse también. Y claro está, los seres humanos también nos beneficiamos de las plantas que crecen en el suelo y de las que nosotros sembramos, especialmente aquellas que nos sirven como alimento, para la producción de fibras (como el algodón o el lino) o para obtener otros productos, como la madera o el papel.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
Comentarios Cerrados