Xalapa, Ver.- Las características de las planicies del estado de Veracruz se vuelven un corredor natural para la migración de poco más de 5 millones de aves rapaces que bajan desde Canadá y los Estados Unidos, ello aprovechando los corrientes termales de la atmósfera que les permite volar por esta región flanqueada por el Golfo de México y la Sierra Madre Oriental.
Ante este fenómeno migratorio, se lleva a cabo el proyecto: Veracruz, Río de Rapaces, a cargo de Pronatura Veracruz, que contabiliza a las aves y cuyo monitoreo se usa en diversos estudios ambientales como de la salud de los ecosistemas, ya que las aves rapaces son quienes mantienen los biomas sanos de insectos, reptiles y otras plagas.
Elisa Pérez Barbosa, representante de Pronatura Veracruz, comentó que se tienen estimados de que los zopilotes aura es el mayor migrante y en los dos observatorios localizados en ciudad Cardel y Chichicaxtle a casi una hora de Xalapa, se han contabilizado un estimado de poco más de un millón 707 mil avistamientos, la aguililla alas anchas con un millón 724 mil, el milano Mississippi con poco más de 139 mil ejemplares y el aguililla de Swansson con 731 mil, los cuales conforman más del 90% de todas las 27 especies de rapaces que pasan en dicha zona en la época de migración.
El Observatorio de Aves Migratorias Mario Ramos, en Chichicaxtle, un sitio estratégico es ideal para los ornitólogos y observadores aficionados.
Sobre afectaciones del cambio climático en la región y el proceso migratorio, añadió que no se puede saber al momento que daños presenta en las aves, lo único observado al momento es la baja poblacional del aguilucho pantanero.
Explicó que en materia de anillado de aves para darles seguimiento, expuso que a lo largo de estos años se han puesto dispositivos en más de 5 mil aves de las cuales sólo se han recapturado 22, las cuales se ha notado están bajas de peso y débiles; lo cual, es reflejo del cambio de uso de suelo de los territorios en donde por lo regular se alimentan. Por ello, hizo un llamado a implementar una mayor conciencia social sobre el valor ecosistémico de las aves rapaces y su fenómeno migratorio.
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