El entorno que atraviesa el mundo ha llevado México a cimentar su economía en las pequeñas y medianas empresas (Pymes), tal es su relevancia, que se les atribuye más de la mitad del Producto Interno Bruto, aproximadamente un 52%. Esto no debe sorprender ya que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), existen más de cuatro millones de Pymes y generan hasta el 72% del empleo a nivel nacional.
Por esta razón las Pymes son un tema primordial para el país, sin embargo, uno de los problemas más complejos que enfrenta México es la corrupción y esta las afecta de manera directa. Transparencia Internacional dio a conocer el informe titulado “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe”, en el cual México ocupa la nada envidiable posición número uno. El 51 por ciento de los consultados indicaron que han realizado algún soborno para poder llevar a cabo un trámite público durante el último año.
Está alarmante situación llevó a la instalación del “Grupo de Trabajo Empresarial” (GTE) en el marco del Proyecto del Programa de Integridad que instrumentan tanto el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, la Secretaría de la Fundación Pública, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y Pacto Mundial México.
El GTE tendrá por objetivo promover una cultura de integridad en las empresas y organizaciones del sector privado, que les permita enfrentar problemas derivados de la corrupción, al mismo tiempo se impulsan prácticas empresariales sanas. El GTE trabajará en obtener cuatro productos para apoyar a las PyMES mexicanas. En un primer esfuerzo los productos se enfocarán a 50 empresas pequeñas y medianas, que serán seleccionadas de las propuestas emitidas por el GTE.
- Un Modelo de Código de Ética;
- Un manual de implementación;
- Un protocolo de análisis de riesgo y con su herramienta de autodiagnóstico de riesgos relacionados con la corrupción; y
- Brindar capacitación en la materia.
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