Ahora si habrá nuevo aeropuerto internacional en la capital del país. ¿Le gusta porque servirá a 20 millones de pasajeros cada año?, ¿le gusta porque dará empleo a 60 mil personas, de todos los niveles escolares?, ¿porqué 700 hectáreas serán bosque?, ¿porque modificará el rostro urbano de la zona oriente de la ciudad y de varios municipios mexiquenses populosos?, ¡o le gusta porque la economía se motivará?
O no le gusta porque molesta al frente de pueblos en defensa de la Tierra, que comanda Ignacio del Valle, que parece postura ideológica o porque el subcomandante Marcos también se opone a la construcción del aeropuerto.
Normand Foster es el arquitecto, de Inglaterra, encabeza el grupo que ha diseñado el proyecto, junto con el arquitecto Fernando Romero, de México. El despacho Foster es reconocido como especialista de aeropuertos, ha construido varios en diferentes países, como China, Japón y Panamá.
El Presidente Enrique Peña Nieto anunció la construcción. Será una obra proyectada a 20 años. Es una obra para México, no para exhibición del actual gobierno. Se construirá en terrenos federales. No se expropiará ni un metro a ejidatarios. Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, presentó el proyecto con la presencia de los arquitectos. Y habrá otras obras en el país.
El Gobierno del México tiene una reserva de terrenos en la zona oriente y por indicaciones del gobernador Eruviel Ávila, se donaron para la obra magna. Así, no tocan un metro de tierra de Salvador Atenco.
Comentarios Cerrados