José Sarukhán, titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), sostiene que sólo un programa agropecuario sustentable que abarque desde la siembra hasta el consumo de los alimentos, salvaría al mundo de la hambruna.
El panorama actualidad es falta de alimentos, degradación de ecosistemas, sobrepoblación humana y una agricultura enemiga de la conservación, a lo que se agrega que 30% de los alimentos se desperdician en su traslado del campo a la mesa.
Además, la presencia de Cambio Climático (CC) reducirá el área arable debido a sequías, inundaciones, etc., lo que urgirá aumentar la eficiencia en cultivos de alimentos mediante una tecnificación correcta de los campos.
Contrariamente a esto, se ha aplicado de forma incorrecta, al usar una tecnología que daña enormemente a los ecosistemas y los monocultivos acaban perjudicando la riqueza de los suelos, señala Sarukhán.
En la conferencia sobre “El Futuro de la Comida”, indicó que deben reducirse las mermas de la comida para dar de comer a los 135 millones de mexicanos que habitarán al país en 2050. Dijo que ninguna nación por sí sola podrá alcanzar en el futuro cercano o lejano la soberanía alimentaria, consistente en cultivar más del 72% de su comida, según la ONU. México sólo produce el 58% de lo que consume.
De acuerdo al IPCC la producción genera el 30% de las emisiones globales de dióxido de carbono y de no aplicar normas ambientales en este rubro, para 2050 esas emisiones llegarán al 80%.
Félix Ramírez, director de Comunicación de McDonalds, expuso que esta empresa trabaja ofrecer productos saludables, pero enfrenta el choque cultural consistente en que buena parte de la población prefiere consumir papas fritas que ensaladas y cosas por el estilo, y se trabaja en fomentar una mezcla adecuada de alimentos, pero se trata de una labor de años.
Otra de sus metas es reducir las emisiones e invitar a sus proveedores a cumplir protocolos de sustentabilidad y fomentar el bienestar animal, tener granjas sustentables, reducción de huella de carbono de la comida, desarrollo de las comunidades y promover los cultivos tradicionales.
En entrevista con Mi Ambiente, dijo que “debemos informarnos antes de consumir y sepamos de dónde viene nuestra comida y sus ingredientes; ello nos dará una mejor decisión de lo que se come, ya que el problema de la obesidad es un tema multifactorial que va desde el sedentarismo, cultura, hábitos de alimentación y genética. Por ello, como empresa, damos la información adecuada para que cada quién sepa qué consume”.
“No se pelean (negocio y sustentabilidad) y tenemos que fomentar el sentido ético en procesos comerciales, ya que de no actuar en dichos rubros se puede desaparecer como empresa, pues la sustentabilidad es esencial para esta empresa.
Por lo cual, la generación de comida debe ser sustentable y buscar un cambio de dieta, pues la huella de un kilo de carne de res es 60% mayor que uno de vegetales y es 50% más la huella ambiental un litro de agua embotellada que consumirla directamente de la llave. Por la ineficiencia de distribución de los alimentos se estima que un producto recorre 900 kilómetros en promedio para llegar a la mesa de las personas.
Sergio Serna, director del Centro de Desarrollo de Proteínas del ITESM campus Monterrey, comentó que es fundamental mantener y aumentar la producción de granos, ya que la mitad de la humanidad vive con menos de 39 pesos al día, lo que exige mayor productividad y eficiencia de alimentos básicos como maíz, trigo, frijol, arroz, etc. Pues el hambre que padecen los pobres es paliado en su gran mayoría por estos granos básicos, informó que el estándar mundial de calorías a ser consumidas al día es de 2000 y en el caso de México, el maíz proporciona 980 de calorías al día.
México tiene dos grandes paradojas: varios millones de individuos con desnutrición y, al mismo tiempo, es la segunda nación del Planeta con obesidad, y que el 60% de los fallecimientos es por males crónico degenerativas al ser personas muy proclives a la diabetes, lo cual hace muy necesario el regresar a dietas como los años 60s y 70s.
Citó que la Universidad de Guanajuato informó que el CC en el caso del trigo y maíz en México, provoca que la agricultura de riego ha decaído 8% y la de temporal hasta un 19%.
AGUA, VITAL PARA LA ALIMENTACIÓN SANA
Oscar Martínez, vicepresidente de Sustentabilidad de Coca Cola, señaló que además de los alimentos, México tiene grandes problemas de agua y debe trabajar en sus 700 cuencas para preservarlas, pues 75% de la lluvia se evapora, 22%, escurre al mar y sólo 5% se reutiliza.
Explicó que las grandes empresas deben trabajar en dicho tenor y ejemplificó que el corporativo que representa fomenta planes ambientales y que también tenga un estilo de vida personal sustentable. “Debemos ser ciudadanos responsables y que tengamos la cultura de reducción de huella ambiental”, señaló.
En el marco de la Semana Mundial del Agua informó que tiene el objetivo para el año 2020 de devolver de forma segura el 100% del agua que utiliza en sus procesos y productos, meta que en estos momentos es del 70%.
Agroecología, el futuro: Oxfam
Latinoamérica debe tener un cambio radical en su modelo agropecuario con un enfoque a la sustentabilidad que permita erradicar el hambre y mitigar las afectaciones del CC. Beatriz Olivera, coordinadora de la Campaña CRECE de Oxfam para México y Latinoamérica, dijo que los gobiernos de la región deben realizar una reforma en el campo que impulse la agroecología, modelo que ha demostrado ser más productivo y resiliente ante el CC.
En el Informe “Un nuevo futuro para la agricultura”, Oxfam destaca la necesidad de superar en el campo el modelo de producción industrial que reduce la productividad de la tierra al degradar el suelo; es fuente de importantes emisiones de carbono, lo que contribuye al CC; afecta gravemente la biodiversidad, a la vez que la salud humana por el uso masivo de pesticidas y perpetúa la dependencia de los productores de fertilizantes y pesticidas, incrementando fuertemente los costos de los insumos.
Se debe fortalecer y extender la agroecología, que es un enfoque científico ampliamente probado por agricultores de todo el mundo que prioriza el equilibrio de los nutrientes del suelo mediante el reciclado de la biomasa, la gestión de la materia orgánica, minimiza las pérdidas de luz, aire y agua a través de la captación de agua, incrementa la cubierta vegetal y diversifica la genética de los ecosistemas agrícolas, entre otros.
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