Ricardo Chávez,
Colaborador invitado
El agua, recurso limitado, pero vital para el desarrollo económico y social de la vida urbana y rural del país, se localiza en diferentes formas y condiciones en ríos, arroyos, hielos y deshielos de volcanes, y en el subsuelo, en aguas freáticas y fósiles, como consecuencia del ciclo de este recurso que está impactado por el Cambio Climático y la desforestación galopante.
México es un país de contrastes en materia de agua, que va de las lacerantes y profundas sequías, a la abundancia y desperdicio del preciado líquido.
En el norte, tenemos una región territorial, conocida geográficamente como Aridoamérica, árida y desértica, donde la lluvia es escasa y errática que se consume o evapora con gran rapidez. Cuando cae en suelo árido, al primer contacto con los rayos del sol se evapora y donde se avistan extensas planicies productivas por las grandes y monumentales obras hidráulicas, construidas para captar y almacenar millones de metros cúbicos del líquido, aprovechando los cuerpos de agua de los escasos ríos y afluentes que hacen posible la agricultura comercial.
Siendo el agua insuficiente y limitada para el seno de las familias y comunidades, dispersas en montañas y barrancas de las sierras, se sobrevive con siembras de temporal de autoconsumo que en épocas de lacerantes sequías, son azotadas por las cabalgatas de la hambruna, provocando muerte y migración de la población a los valles para vender su fuerza de trabajo y medio comer.
En cuanto a la región sur del país, que está muy bien marcada por las características de la zona conocida como Mesoamérica, es húmeda y de abundantes y catastróficas lluvias de verano e invierno, manifestadas como nortes y ciclones, donde proliferan las coníferas y selvas tropicales, así como regiones volcánicas que con sus casquetes de hielo en invierno proveen de agua de deshielos a ríos y arroyos, generando inmensos volúmenes, difíciles de ser acuerpados en las presas e hidroeléctricas, yéndose fugaces río abajo, provocando desbordes e inundaciones en su camino al mar.
Ante esta situación de profundos contrastes en existencia de agua, que va de la escasez a la abrumadora abundancia, son necesarios planes hidráulicos interinstitucionales agropecuarios y de comunicaciones para interconectar estas dos contrastantes regiones y hacer un solo polo de desarrollo complementario, donde el eje fundamental sea el aprovechamiento y uso integral del agua.
Centro de Mando Geoespacial, respuesta rápida ante contingencias climatológicas
El secretario de Agricultura (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda, inauguró el Centro de Mando Geoespacial del Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable (SNIDRUS), que concentra toda la información del sector agropecuario y pesquero nacional. Entre sus aplicaciones están: planificación agropecuaria, prevención y, en su caso, atención a desastres; análisis y evaluación de riesgos; generación de estudios históricos y de mercado; delimitación y estudio de la frontera agrícola del país, e integración de redes de información estadística y geográfica. De 2004 a 2011 se registraron en México mil 054 fenómenos de esta naturaleza, de los cuales la mitad fueron granizadas y lluvias torrenciales; en tanto, los reportes de sequía sumaron 22 por ciento, informó Sagarpa. Este Centro reforzará las políticas de prevención y mitigación del Cambio Climático. Está constituido por una red nacional de información del sector agroalimentario del país, alimentado por imágenes continúas de satélite, con las que se monitorea la producción agrícola, en cooperación con diversas instancias de gobierno y académicas; cuenta con 132 expertos en captación, procesamiento y manejo de información, certificados por el SIAP y ubicados en las 32 entidades, y una red de 36 servidores, 105 computadoras y 105 receptores GPS de alta precisión, para realizar mediciones en campo.
Comentarios Cerrados