Se pasó de agua la tormenta Arlene. El país enfrentaba la sequía más grande de los últimos 50 años y se pedía huracanes para humedecer el territorio y almacenar el líquido en presas; pero fue de más. El 60 por ciento del país se anegó. Estados como Tamaulipas, Hidalgo, Veracruz, Distrito Federal y estado de México, fueron dañados en varias regiones, por inundaciones En el Valle de México se aplicó Plan DN 3, con el Ejército, al reventarse el Río de los Remedios. Los alcaldes de Ecatepec y de Netzahualcoyotl, Indalecio Ríos y Edgar Navarro Sánchez, respectivamente, junto con el gobernador Enrique Peña Nieto, instalaron albergues para las familias que sufrieron la inundación de sus viviendas. También intervino, José Luis Luege, titular de CONAGUA, responsable de los ríos. El noreste y norte de la república son, tradicionalmente, zonas de sequía persistente, por lo que cualquier meteoro que se abata sobre ellas arroja beneficios, en el corto y mediano plazos.
Tamaulipas destaca, a nivel nacional, por su producción de sorgo y, en los últimos años, ha incursionado en la siembra de maíz, ambos granos altos demandantes de agua. Nuevo León se caracteriza por sus producciones de cítricos y algunos cereales, mientras que Coahuila, San Luis Potosí y Zacatecas lo hacen en diversos cereales, cítricos, hortalizas y caña de azúcar. Veracruz es entidad fructífera. Se vecindad con el Golfo de México la convierten en entidad de importancia capital en la producción de granos, hortalizas, pecuaria y de especies marinas. Las afectaciones dejadas tuvieron que ver más con la falta de mantenimiento de la infraestructura urbana. La previsiones del Sistema Meteorológico Nacional (SMN) prevén otros tres o cuatro fenómenos similares para lo que resta de la temporada ciclónica, en México. La temporada de huracanes se extiende desde el 1 de junio hasta principios de octubre de cada año, aunque la pluvial termina a finales de noviembre.
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