Más que una solución a los problemas de inseguridad en el país, empresas de seguridad privada irregulares, son ejemplo del caos de la propia seguridad nacional, pues padecen de bajos salarios, alta rotación de su personal y falta de capacitación, que se han convertido en una amenaza, alertaron los vicepresidentes de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), Joel Juárez Blanco y Roberto Rivera Mier.
Ambos directivos destacaron que en el país existen aproximadamente 6 mil empresas de seguridad privada, de las cuales sólo 3 mil 446 cuentan con un permiso. De estas un tercio tienen autorización federal, y dos tercios, permisos estatales o municipales. El resto, las que ofrecen sus servicios a precios reducidos, carecen de los permisos correspondientes y actúan en la irregularidad. En ellas prevalecen los bajos salarios en su personal, los cuales son máximo de ocho mil pesos mensuales, con largas jornadas laborales de más de 12 horas diarias, seis días de la semana, con uno sólo de descanso.
Además, la falta de capacitación es evidente, ya que la mayoría de su personal operativo, sus guardias de seguridad, sólo reciben, cuando bien les va, un uniforme y un tolete.
Indicaron lo anterior al participar en el 1er Foro de Seguridad Privada para Hoteles de la Ciudad de México, organizado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal; en donde se denotó que las malas condiciones laborales que privan en el sector, hacen que exista una alta rotación de su personal, estimada en un 80 por ciento.
Es decir, los “guardias” de seguridad cambian constantemente de empresa lo que da pie también a la improvisación, ya que la mayoría de estas personas no están debidamente capacitadas ni reciben entrenamiento alguno.
Por su parte, Joel Juárez Blanco, vicepresidente de relaciones con el gobierno de AMESP y director General de GSI Seguridad Privada S.A. de C.V. destacó que las condiciones de seguridad que privan en el país, han propiciado una sobreoferta de servicios de seguridad privada. “Contamos con miles de ofertas, tenemos un mercado abaratado, con precios muy bajos, lo cual crea un fenómeno que va en detrimento de la seguridad”, dijo.
Recordó y en ello coincidió con el también vicepresidente de medios y difusión de AMESP, Roberto Rivera Mier, que la organización a la que pertenecen pugna por salarios dignos, prestaciones sociales de su personal y jornadas laborales de ocho horas de trabajo y dos días de descanso a la semana.
Señalaron que AMEPS, viene promoviendo la aprobación de la nueva Ley Federal de Seguridad, la cual contempla la regularización de las empresas de Seguridad Privada en el país, así como la creación de la Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad Privada y la profesionalización del gremio.
Así mismo señaló que el motivo por el cual se contrata una empresa de seguridad privada, es para disminuir el riesgo, lo cual resulta paradójico, pues al contratar una empresa irregular sucede todo lo contrario, el riesgo es inminentemente mayor. Todos los filtros que aplica la autoridad, entre los cuales están: antecedentes no penales, antecedentes policiales, al igual que los exámenes médicos, psicológicos y toxicológicos son literalmente hechos a un lado al contratar una empresa irregular.
Un estudio reciente reveló, dijo, que existen 114 distintos requisitos tanto federales, estatales y municipales para otorgar permisos a las empresas de seguridad privada.
Al respecto dijo: “no le decimos a la autoridad qué es lo que nos debe exigir, solo rogamos que existan acuerdos entre los reguladores del país, que se pongan de acuerdo y nos pidan lo mismo”, concluyó.
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