Siendo la primavera el sinónimo de vida, juventud, sol y todo lo que sea colorido; con base a las imágenes y vida que representa la naturaleza y las personas en esta época del año, haciendo que quede en el olvido el frio invierno; esta una nueva temporada, trae consigo un ambiente mucho más benevolente y favorable para poder renovarse con gran fuerza expresiva.
En el hogar, es la temporada para realizar cambios y combinar texturas, decoraciones modernas con nuevos colores, tanto en las paredes como en las telas, lo que da un toque fresco y natural.
Este año, Pantone, encargados de marcar tendencia en color, han dado a conocer que el verde azulado será el color que predominará. En referencia a ello, en el caso del mármol, destaca por ser una piedra natural, duradera y elegante que brinda estas grandes posibilidades de cambio y nueva vida a los hogares.
Por ello, si se está buscando un cambio para el hogar u oficina, que combine superficies rugosas, antideslizantes, de formatos flexibles y sin limitación de tamaño, la recomendación de Mármoles ARCA para esta primavera, es una piedra de origen brasileño llamada Morisca; que es una piedra natural, colorida, con cálidas y ricas texturas que va a aportar carácter con vida propia, ya sea que se use en exteriores o interiores, en pisos o en muros.
Este mármol es rico en tonalidades ocres, la piedra Morisca podrá romper de forma natural con la monotonía de una gran fachada, enaltecer un patio, e incluso reinventar el andador que bordea la alberca en una casa de campo; ya que su superficie antideslizante, permite que pueda ser caminada sin ningún tipo de molestias, aunque la temperatura supere incluso los 50 grados centígrados.
Sus procesos de transformación son mínimos, por lo que hacen de éste material, un revestimiento muy económico y manejable. Habrá que tomar en cuenta, eso sí, su destino como recubrimiento, ya que como cualquier piedra natural, su espesor y tamaño de colocación, lo definirá el tráfico de uso y las inclemencias del clima por lluvia y/o contaminación.
De igual forma, el uso en interiores de Morisca, resulta muy conveniente para ser colocada en muros o paños verticales que logran crear escenografías verdaderamente expresivas y teatrales, incluso si estas llegan a ser bañadas por sistemas de luz artificial, o quizás luzcan aún más su textura a modo de “muro llorón” como fuente para un jardín interior.
Constructivamente, la piedra MORISCA requiere la adopción de una buena práctica de ensamble que asegure su estabilidad a largo plazo. El uso de morteros de cal resulta muy recomendable por su menor rigidez, aunque de igual forma puede ser anclada como fachada ventilada a partir del uso de amarres de acero inoxidable que abracen el espesor de la placa, donde se obtiene mayor seguridad y perdurabilidad.
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