El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, anunció acciones de política pública del Gobierno de México perfiladas para que la ganadería mexicana sea un orgullo nacional y referente mundial de responsabilidad ambiental e inclusión social.
Durante su participación en el 4° Foro Nacional de Lechería, el funcionario federal afirmó que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) trabajará en unidad con el sector ganadero para impulsar la integración de cadenas productivas regionales sustentables, con particular atención en la vinculación de los pequeños productores en las cadenas de valor.
Así también para incrementar la productividad a través de esquemas de agregación de valor de los productos pecuarios y promover incentivos a las unidades económicas pecuarias –en la adquisición de activos productivos, infraestructura, maquinaria y equipo, perforación de pozos, repoblamiento y rescate de hembras-, así como cuidar la sanidad de los hatos y generar condiciones de inocuidad, lo que permitirá asegurar la salud y bienestar de los consumidores mexicanos.
Puntualizó que el sector lechero nacional produce más de 12 mil millones de litros anualmente, creando más de 200 mil empleos directos, con aproximadamente 130 empresas formales que en total generan una actividad económica superior a los 380 mil millones de pesos anuales.
Indicó que, a pesar de este importante crecimiento, seguimos siendo deficitarios en la producción de leche, ya que somos el mayor importador de leche en polvo descremada, y el 35 por ciento del consumo de productos lácteos en el país provienen del extranjero; “por lo que tenemos que potenciar a nuestro sector lechero para revertir esa situación”.
Señaló que los retos en el sector deben convertirse en oportunidad para un mejor desarrollo en el país, como fortalecer acciones para disminuir los impactos que la producción animal tiene sobre el cambio climático, particularmente derivado de la producción de gases de efecto invernadero.
Otros desafíos para el sector son, dijo, el de la huella hídrica de la producción láctea y su relación con la disponibilidad de agua en México, la falta de inclusión de los pequeños y la existencia de intermediarios que limitan el desarrollo de la ganadería lechera en el país.
El secretario Víctor Villalobos precisó que este gobierno considera a la agricultura y a la ganadería como una pieza vital para el desarrollo de México, y por ello ha establecido programas prioritarios para el sector, los cuales buscan detonar todo el potencial que las actividades agropecuarias poseen, pero con una visión sustentable e incluyente, “con la intención de apoyar a los pequeños productores para que junto con sus familias puedan alcanzar una vida digna”.
El programa “Crédito Ganadero a la Palabra” tiene como objetivo incrementar la productividad del pequeño productor pecuario, mediante la entrega de apoyos en especie y acciones de capitalización productiva. Puesto en marcha con un presupuesto de cuatro mil millones de pesos, en 2019 abarcará 13 estados de la República; el siguiente año se espera ampliarlo a nivel nacional, puntualizó.
El programa de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) adquirirá la leche de pequeños productores a un precio de garantía de 8.20 pesos por litro y su producción incorporada al programa Liconsa, lo que permitirá apoyar al pequeño productor lechero y cubrir las necesidades alimentarias de familias con bajos ingresos.
México es el octavo productor mundial de leche, ello equivale al 2.4% global y eso es más de 12 millones de litros de forma anual con una generación económica superior a los 300 mil millones de pesos de forma anual. Pero, acepto, se es deficitario al ser el mayor exportador de 300 mil toneladas de leche en polvo y en general un 35% del consumo de lácteo es de producto del extranjero.
Aunado a que existen diversos factores que pueden frenarlo como es el impacto climático de la ganadería y su huella hídrica y poco acceso al agua, así como el cambio de la percepción de los consumidores en lo que significa en el consumo de leche que ha dejado de crecer. También se necesita asegurar una producción sustentable y dar una seguridad alimentaria a nivel nacional.
En el evento, se firmó un Convenio de Colaboración entre Segalmex, la Federación Mexicana de Lecherías (Femeleche), Industria Farmacéutica Veterinaria (Infarvet), la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Consumo Animal (Anfaca) y del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados (Conafab) enfocado a la coordinación de trabajos en beneficio de los pequeños y medianos productores.
Por su parte, el presidente de la Femeleche, Vicente Gómez Cobo, resaltó que este sector tiene un trato preferencial por parte del Gobierno de México, y las políticas públicas aplicadas tendrán un efecto positivo, como ya ocurre con la incorporación de Liconsa al sector agropecuario y la operación de los programas Crédito Ganadero a la Palabra, Precios de Garantía y Agricultura por Contrato en la producción de forrajes.
Comentó que se trata de instrumentos claves que incidirán en el despegue de la producción nacional de leche, a fin de lograr, en el mediano plazo, transformarnos en un país autosuficiente en la producción del lácteo sin que ello signifique cerrarse al mundo, sino todo lo contrario, ser más productivos y competitivos en beneficio de los productores y de México.
Explicó que se buscara una autosuficiencia para este sector para este sexenio. El que puede alcanzar en este sector debe ordeñar 500 mil vacas de 20 litros es equivalente a 30 mil millones de pesos, unos 300 millones de dólares anuales. Para ello se requiere orden en precios y que las normas de esta industria se cumplan para que el mercado este estable para tener los cambios legislativos que exige la nación.
Siendo uno de los problemas de la leche el precio poco estimulante para los productores y se debe tenerse una nueva política para modificar y el precio de garantía pasara de 7.20 pesos a 8.20 pesos y resulta para impulsar al productor. Seguido de revisar que el padrón de lecheros medianos y pequeños de 1 a 36 vacas y de 36 a 100 vacas, es quienes se les compre. Pero grandes productores se beneficiaban de estos precios, que dañaba a pequeños que estaban fuera del padrón que se decía estaba cerrado y eso se ha modificado y se ésta depurando el mismo. Dejando solo a los medianos y pequeños. Dejando fuera a los grandes, que son autosuficientes para realizar sus negocios y ventas.
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