Las células madre embrionarias son la principal apuesta para la futura medicina regenerativa ya que, según ha asegurado el director del Programa de Oncología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de Madrid, España, Manuel Serrano, son «el primer paso» para la curación futura de Alzheimer, Parkinson o diabetes.
«Son las únicas capaces de generar cualquier tipo celular de los que conforman un organismo adulto», explicó Serrano, durante su conferencia ‘Reprogramación celular y Medicina Regenerativa’, en sesión de clausura del Curso 2013 de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), en diciembre pasado.
Este anuncio fue uno más de los que se han hecho en las últimas dos décadas, desde que surgió esta posible cura a los problemas de salud itados.
Para lograr la reconversión ‘in vitro’ de las células que existen en el intestino, estómago o riñón en células madre embrionarias, el equipo de Serrano en el CNIO utilizó la misma técnica desarrollada por Shinya Yamanaka, Premio Nobel de Medicina 2012, que le valió el reconocimiento de la revista ‘Nature Medicine’ como una de las investigaciones más importantes del año.
No obstante, en gran parte, esos estudios quedan en la investigación pura. Hasta ahora son pocos los informes que se tienen de aplicaciones en pacientes que sufren tales problemas de salud.
Parkinson y Alzheimer, a las que últimamente se ha sumado la diabetes, son padecimientos resultantes del aumento en la expectativa de vida al nacer y que, en México, supera los 70 años de edad, en promedio.
Ese promedio de vida ubica a México en igualdad a naciones desarrolladas de Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá, aunque no en la misma calidad de vida.
Muy pronto, en 2050, México será un país envejecido, según Teresa Corona Vázquez, directora del instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”, quien propuso a la educación como medida preventiva contra esos problemas de salud.
Parkinson y Alzheimer fueron descubierto hace más de un siglo, pero su tratamiento preventivo y curativo es reciente, con especial énfasis en países desarrollados donde, por cierto, existe la mayor información sobre la aplicación de células madre, como la mejor alternativa, hasta el momento.
Aunque Serrano se mostró jubiloso por la investigación de células madres embrionarias como la mejor apuesta de tratamiento contra esas enfermedades, la verdad es que no todos los científicos participan de las venturas de ese hallazgo.
Natalia María López Moratella, ameritada investigadora y docente de universidades e instituciones médicas hispanas, revela lo inconveniente desde los ángulos ético, moral y hasta médico, de recurrir a estas células para esos fines.
Postula que sería mejor utilizar células madre de adultos. Da sus razonamientos del porqué ese rechazo a las primeras e indica que en algunos casos originan tumores en el organismo huésped. En esto, comparte tales preocupaciones Andrés Bjölund, de la Universidad sueca de Lund.
Lo cierto es que, mientras aumentan las investigaciones para el uso de células madre en el tratamiento, no sólo de Parkinson y Alzheimer, sino también de diabetes, otra de las enfermedades que repuntan a nivel mundial y que, en conjunto, superan los 300 millones de pacientes, los resultados son contados, aunque abundan las investigaciones en laboratorio e in vitro.
También ha florecido una industria sobre células madre, sea en la creación de bancos que almacenan esas células o en ciertos laboratorios que las ofrecen como medida de curación.
López Moratella alerta a pacientes a no creer del todo en las bondades de esos tratamientos.
En esto mismo coincide Serrano, al apuntar que, aunque las aplicaciones clínicas del trabajo citado aún pueden estar lejos, el hallazgo «supone un paso más en la manipulación de las células», señala.
«Pueden cambiar el rumbo de la investigación con células madre y sus aplicaciones en medicina regenerativa e ingeniería tisular. La reprogramación ‘in vivo’ puede acercar protocolos dirigidos hacia la reprogramación tisular controlada», aseguró.
De nueva cuenta, son investigaciones universitarias, abundantes en la literatura médica universal, hecho que contrasta con la parquedad de difusión de resultados positivos por parte de laboratorios y hospitales especializados en esos tratamientos.
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