Después de casi 9 meses de estiaje extremo, el huracán Beatriz fue sólo un bálsamo para algunas entidades federativas con costa hacia el Pacífico sur-centro, toda vez que les trajo un poco del ansiada agua, humedad y frescor, lo que, sin duda, envidiaron muchísimo estados como Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y de ahí para el norte que no tienen para cuándo les llegue algo similar para mitigar los efectos de la sequía y agobiante calor.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), del 1 de enero al pasado 20 de junio, hay un déficit de precipitación equivalente al 47 por ciento, lo que significa que no han llovido 168 mil millones de metros cúbicos.
Esta cantidad de agua que no cayó sería suficiente para dotar a la actual población mexicana de este líquido durante 2.24 años. O sea que la falta de precipitación que se ha tenido es importantísima.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en México llueve 1,513 kilómetros cúbicos, en promedio, al año; de esa cifra, se pierden 1,135 km3 en evapotranspiración; 397 km3 se escurren en arroyos y ríos; 78 km3 se infiltran a los acuíferos; se importan 49.3 km3 y se exportan 0.43 y, en total, la disponibilidad media es equivalente a 475 km3.
La sequía que afecta al país es extrema, pues es algo que no se veía en, al menos, 70 años, según los especialistas del SMN. Pero esto no lo es todo, aún hay que esperar cosas peores y que aún nos estarán afectando el próximo año, prevén.
La falta de lluvia se dejó sentir desde octubre pasado, lo que afectó a la mayor parte del país. Tal carencia pluvial acumulada ha llevado a que no haya agua ni pastura para el ganado, que se hayan perdido 6 millones de hectáreas de cultivos, perjudicando a 10 millones de productores de 15 entidades federativas del norte y centro del país, según la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Ante esta situación, se espera que los precios de los alimentos se disparen y que se tenga que importar mayor cantidad de granos, oleaginosas y cárnicos.
Por lo que toca a la lluvia del 1 al 20 de junio, en el SMN informó que tiene un déficit de lluvia del 52 por ciento. Llovió 29.4 milímetros y la media es de 61.
Si lloviera normal, de julio a septiembre, el débito sería del 17 por ciento.
Sin embargo, todo indica que se tendrá un otoño e invierno difíciles, porque sería por debajo de lo normal en cuanto a lluvias y, lógicamente, en 2012 se tendría una carencia del 25 por ciento.
Así que la recuperación se podría dar hasta el verano del próximo año, y eso, si no se aparece El Niño, porque, en este caso, la situación se pondrá peor de lo que ya está.
La razón es que 2010 fue extremadamente lluvioso hasta septiembre y de ahí en adelante seco. Así como un 2011 seco, que en febrero afectó con heladas los cultivos del norte; una tromba que el 16 de abril impactó a la Ciudad de México; una extraordinaria granizada en Tlaxcala, un tornado en el Estado de México y olas gigantes en Oaxaca.
Consultado el SMN, dijeron que sobre esto “aún no lo sabemos, estamos estudiando y, probablemente, a principios de julio ya se tenga algo definido y se informe”, dijeron especialistas del servicio citado.
Otro aspecto importante es que el pasado mes de abril, se apuntó como el mes más cálido en promedio de la historia de México, desde que se lleva registro, con 32.5, por encima del de 1998, pero mayo lo superó con 33.5 grados centígrados.
BEATRIZ
Por lo que toca al meteoro, vino a mitigar el sofocante calor de las entidades federativas del centro y sur del país. Aunque a lo que se refiere a dejar agua, fue muy poco, excepto en los municipios costeros por donde pasó.
El acumulado en cuatro días, del 18 al 21 de junio pasados, se tuvieron los siguientes registros: Colpa, entre Oaxaca y Guerrero, 387 milímetros; Melchor Ocampo, Michoacán, 320; Lázaro Cárdenas, 266; Acapulco, 248; Callejones, Colima, 242 y El Cuale, Jalisco, 65.
Los municipios que no son costeros, al 20 de junio les habían llovido 37 milímetros a Chilpancingo, 6.5 a Taxco, 1.3 a Zamora y 6 a Morelia.
Por lo que toca al acumulado de lluvia de 4 días, Morelos fue el más beneficiado, pues tuvo un sitio que registró precipitación de 72 milímetros; en la presa Huapango, Edomex, 58; presa Requena, Hidalgo, 56; Caseta del DF rumbo a Cuernavaca, 23 milímetros, y en la zona urbana, 16 milímetros.
Después de la sequía registrada, mucha gente está implorando que se generen huracanes en el Golfo de México y Océano Pacífico para que entren a territorio mexicano y se termine este fenómeno.
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