La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) coordinó el Simulacro Binacional México-Estados Unidos de Emergencia Química Mayor, llevado a cabo en el Parque Industrial Cima en esta ciudad y que sumó la participación de 71 diversas empresas públicas y privadas.
La importancia de este esfuerzo en la frontera entre ambas naciones y con la actuación de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) al lograrse un total de 38 simulacros y 22 seminarios conjuntos con una participación de casi 10 mil técnicos y profesionales del tema.
En dicho evento, el Procurador Federal Guillermo Haro Bélchez, manifestó que en México el promedio de emergencias ambientales asociadas al manejo de sustancias químicas, es de 693 cada año. En el 63% de los casos, apuntó, las afectaciones al suelo, con un promedio de 46 hectáreas impactadas al año.
Indicó que el simulacro binacional se realizó en el marco del Día Nacional de la Preparación y Respuesta a Emergencias Químicas 2017 (DINAPREQ), -una conmemoración instituida en nuestro país desde el año 2002- y forma parte las celebraciones del Vigésimo Quinto Aniversario de la creación de esta Procuraduría Federal.
“Durante sus primeros cinco años de realización, la Profepa, en coordinación con los sectores público, privado y paraestatal, ha realizado aproximadamente 1,740 simulacros y 443 eventos de capacitación en los que han participado aproximadamente 250 mil personas”, informó.
Indicó que la ocurrencia de emergencias químicas puede y debe prevenirse. En el mundo existen alrededor de 100 millones de sustancias químicas registradas, y solo 340 mil están reguladas, dijo.
Apuntó que los estados del país donde la PROFEPA ha identificado con el mayor número de sustancias peligrosas almacenadas son: Veracruz, México, Puebla, Tamaulipas, Jalisco, Hidalgo, Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca, Chihuahua, Ciudad de México y Querétaro.
“De ahí la importancia de contar con herramientas para enfrentar de manera adecuada y oportuna esta clase de emergencias. Precisamente los planes de respuesta a emergencia que las empresas diseñan y que someten a la aprobación de la autoridad ambiental”, abundó el titular de la PROFEPA.
Simulacros especializados como éste permiten designar responsables, acciones y recursos para actuar coordinadamente con el fin de controlar o mitigar las consecuencias causadas por un accidente, expresó el funcionario federal ante autoridades federales, estatales, municipales y directivos de empresas participantes.
Para ello, remató Haro Bélchez, los trabajadores y técnicos que participan en esta clase de industria constituyen el primer eslabón en la cadena de las medidas inmediatas a aplicar y que su actuación puede hacer la diferencia entre un incidente, un accidente o un desastre ambiental.
“Por eso estamos aquí en Matamoros, con la industria, Protección Civil y las autoridades estatales y municipales y de los Estados Unidos, para tomar conciencia que debemos estar preparados en todo momento para responder a eventuales emergencias químicas que se presenten y con ello prever posibles daños a la población o a la infraestructura”, expresó.
El Procurador Haro Bélchez dijo que los resultados obtenidos por el DINAPREQ, a celebrarse oficialmente mañana viernes 14 de julio, han sido tan relevantes que han tenido eco en países como Costa Rica y Panamá.
“Durante sus primeros cinco años de realización, la Profepa, en coordinación con los sectores público, privado y paraestatal, ha realizado aproximadamente 1,740 simulacros y 443 eventos de capacitación en los que han participado aproximadamente 250 mil personas”, informó.
El Simulacro Binacional de Emergencia Química Mayor, en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, contó con la participación de donde participaron más de 700 personas de 71 empresas especializadas del sector público y privado en la entidad.
El titular de la PROFEPA, Guillermo Haro Bélchez, y el Presidente Municipal de Matamoros, Jesus de la Garza Díaz del Guante, supervisaron la simulación de una fuga de gas cloro provocada por la colisión de 2 vehículos, uno de los cuales transportaba 2 tanques de una tonelada de gas cloro en cada uno.
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