La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez manifestó que es indispensable que toda política, todo programa, cada una de las acciones emprendidas desde y para el sector educativo contribuyan a desterrar de las aulas y de la vida académica la exclusión provocada por estereotipos de género y discriminatorios que perpetúan la desigualdad y propician el abuso de poder.
La funcionaria dijo que la necesidad de que en las escuelas y en las unidades administrativas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) existan espacios, normatividades, comportamientos y recursos que hagan posible aprovechar y desarrollar el enorme potencial de niñas y niños en condiciones de igualdad y no discriminación, enfatizó.
Sostuvo que el logro de la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y el cambio cultural que México necesita para incrementar la calidad de su democracia precisan un magisterio informado, responsable y comprometido con la aplicación de la perspectiva de género en el desarrollo de su labor.
Manifestó estar convencida de que la igualdad educativa es una condición necesaria para la igualdad sustantiva.
Cruz Sánchez precisó que se deben sostener y ampliar los avances registrados en materia educativa, ya que de acuerdo con datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, en 1960 sólo el 12 por ciento de las niñas y niños terminaba la primaria, la mayoría cursaba sólo uno o dos años; ahora, el 90 por ciento la concluye.
Por su parte, Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres en México, señaló que el sector educativo tiene un gran potencial para construir sociedades para la igualdad, la paz y el desarrollo.
Consideró que es el momento de practicar una cultura de cero tolerancia y cero impunidad a la violencia, de generar espacios seguros en las escuelas donde niños y niñas puedan crecer en condiciones de igualdad y de acabar con la segregación educativa.
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