De acuerdo a la nutrióloga Fernanda Alvarado, el queso es uno de los productos lácteos favoritos en la dieta del mexicano, el cual, se produce en gran variedad de formas, texturas y sabores. El queso es consumido lo mismo como alimento dietético que utilizado como ingrediente gourmet.
En nuestro país, la región de la comarca lagunera de Durango se destaca por la producción de quesos y otros derivados de la leche de gran calidad y sabor, pero lo mejor es que es que quienes gustan de estos alimentos pueden contar con beneficios por su consumo. Diez de los más importantes son:
Alto valor nutritivo
El queso es rico en nutrimentos inorgánicos como calcio, fósforo, selenio y zinc, así como en vitaminas A, D y B12. Las guías alimentarias recomiendan consumir de 2 a 3 porciones de lácteos por día.
Ayuda a mantener sanos los huesos
El calcio es un mineral indispensable en la alimentación de cualquier persona en todas
las etapas de la vida, no solo durante la infancia. El queso además de calcio, aporta fósforo y vitamina D, nutrimentos que en conjunto evitan la degeneración ósea.
Un trozo de queso (40g) aporta el 25 por ciento del calcio que requieres en un día.
Mantiene los músculos fuertes
El queso aporta proteínas de alto valor biológico. Contiene todos los aminoácidos necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente. Es ideal en la dieta de los deportistas, niños y adultos mayores pues ayuda a formar y recuperar la masa muscular.
Previene las caries
Existe una estrecha relación entre el consumo de quesos y la salud dental. El queso estimula la producción de saliva y mantiene nuestra boca limpia de forma natural, lo que previene futuras caries. Quizá, una de las razones por las que en algunos países ofrecen queso al terminar de comer.
Mejora el sueño
Contiene triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina la cual ejerce un efecto tranquilizante. Lo que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Por otro lado, la mayoría de las proteínas del queso son de liberación lenta, lo que promueve un mejor descanso.
Mejora la digestión
Además de que contiene proteínas de buena digestibilidad, el queso también contiene probióticos, microorganismos vivos que ayudan a regular la microbiota (antes llamada flora intestinal). Los quesos (maduros o curados) son un buen alimento cuando se está en tratamiento con antibióticos.
Pueden ser consumidos por personas con intolerancia a la lactosa
El contenido de lactosa en los quesos es menor que en la leche. Algunos quesos como los maduros, los curados o fermentados pueden ser consumidos sin problema por personas intolerantes o mal digestoras de la lactosa.
Ayuda a controlar el peso
Las proteínas contenidas en el queso ayudan a mantener la saciedad por más tiempo, asimismo, el queso contiene ácidos grasos bioactivos como el ácido linoleico conjugado, un tipo de grasa (CLA) que promueve la pérdida de peso en individuos con sobrepeso.
Fortalece el sistema inmunológico
El queso es rico en selenio y zinc, nutrimentos necesarios para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres. Por otro lado, algunos quesos como el cottage, gouda, cheddar y cabra duro son portadores de bacterias buenas (probióticos) que favorecen la inmunidad.
Es un alimento versátil
Además de ser uno de los alimentos que más apapacha al mexicano, hay quesos para todas las economías y gustos. Es práctico, portátil y se puede incluir en una gran variedad de platillos. Puede servirse como entremés, sopa, ensalada o incluso, puede ser el plato principal.
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