En un esfuerzo por divulgar el valioso legado arquitectónico y artístico que resguarda la institución de seguridad social más grande de América Latina, la colección Círculo de Arte de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta publica el libro Patrimonio arquitectónico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Jorge Ortiz Orozco.
La cual consta de imágenes y textos que dan cuenta de algunas de las construcciones más emblemáticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de su importancia estética e histórica, así como del acervo artístico que en ellas han dejado un número importante de destacados creadores mexicanos se integran en el volumen, a siete décadas de haberse aprobado la Ley del Seguro Social de 1943.
Al respecto, el arquitecto Jorge Ortiz Orozco refiere grandes proyectos que llevaron a cabo personajes como Enrique Yáñez de la Fuente y Carlos Obregón Santacilia, precursores de la arquitectura moderna en México, lo mismo que las obras de arte plasmadas en diversos espacios por Federico Cantú, Jorge González Camarena, Juan O’ Gorman, José Chávez Morado, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, entre otros.
La descripción del autor se centra en seis textos que hacen referencia al Hospital Doctor Carlos Fernández Mac Gregor; el Conjunto Colonia en Manuel Villalongín 117; el Centro Médico Nacional La Raza; el Centro Medico Nacional Siglo XXI; las unidades habitacionales, y el Edificio Central en Paseo de la Reforma 476, e incluye además algunos datos sobre los antecedentes históricos del IMSS.
“Queremos insistir –señala Jorge Ortiz Orozco en el libro– en que el IMSS es una institución como pocas en el mundo, ya que sólo unos cuantos países han contado con un sistema de seguridad social como el que tenemos en México. Hospitales, clínicas, teatros, un centro recreativo y vacacional de grandes dimensiones (Oaxtepec), unidades habitacionales, centros deportivos, clínicas de campo y otros espacios más son elementos que estructuran y distribuyen entre la población una amplia variedad de servicios de carácter social y asistencial.
“Junto con lo anterior, es muy meritorio que tales elementos hayan dado cabida, desde un principio, a la expresión artística, en este caso, realzando un sentido nacionalista que predominó a lo largo de un periodo importante de nuestra historia contemporánea. De esta manera, la arquitectura, la escultura, la pintura y el muralismo contaron con temas y espacios de expresión excepcionales para su desarrollo en nuestro país”, escribe el autor.
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