Con tremores, sismos, exhalaciones, fumarolas y explosiones, el Popocatépetl despidió el año viejo y recibió al nuevo, con lo cual causa preocupación a la gente que vive a sus alrededores y entre las autoridades Protección Civil que aseguran que a Don Goyo le gusta jugar, retozar y bostezar en diciembre.
En algunos días llegó a tener más de 116 exhalaciones, fumarolas y explosiones que se elevaron unos 3 mil metros sobre el cráter. En esta actividad emitió humo, ceniza y vapor.
El Popo, con una edad de aproximadamente 5 millones de años, aunque hay quienes dicen que no es anciano, sino un chamacón de 730 mil años, tuvo alrededor de 7 grandes erupciones devastadoras. La primera hará la friolera de 14 mil años y la última 10 u 8 siglos antes de la Era cristiana.
A pesar de ello, es un colosal volcán, activo, amenazante, que tiene en jaque a sus moradores y autoridades. Sobre todo porque su potencial destructivo y dañino es inimaginable.
A pesar de los constantes monitoreos y estudios, no existe forma de saber cuándo volverá a hacer erupción. Lo que sí se sabe es que no será en estos días, considera Carlos Valdés González, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Tras asegurar que a Don Goyo le gusta retozar los fines y principios de año, señaló que actualmente este volcán tiene un potencial destructivo muy grande, toda vez que su domo alcanza 19 millones de metros cúbicos (magma, lava o material incandescente, como guste usted llamarle).
Además, de acuerdo con información proporcionada por el Cenapred, el Popocatépetl es un estrato-volcán, es decir presenta varios episodios eruptivos; se ubica entre el Estados de México, Puebla y Morelos, con una altura de 5,452 metros sobre el nivel del mar.
Obviamente, dice, es uno de los volcanes más activos del país y dada su ubicación es de suma importancia su monitoreo para dar un alertamiento oportuno a la población, que vive en un radio de 30 kilómetros alrededor del volcán, que suma 273,327 habitantes.
La forma de evaluar la actividad y el riesgo asociado a un volcán es a través de la observación y la vigilancia mediante diversos métodos visuales e instrumentales. Los tipos de monitoreo establecidos para el Popocatépetl son: sísmico, geodésico, geoquímico y visual.
Por lo que toca al último método citado, además de vigilancia en tiempo real a través de las cámaras instaladas en las cercanías del volcán, también se incluyen los vuelos aéreos que se realizan con la finalidad de confirmar la existencia de domo en el interior del cráter. La estimación de las dimensiones de los domos se calculan a partir de un reconocimiento visual desde las alturas y de fotografías aéreas.
Si se calcula un diámetro promedio y una altura, con estos dos parámetros se puede obtener el volumen de material magmático (lava al exterior) que ha sido depositado en el cráter.
Uno de los domos más grandes que se han emplazado en el Popocatépetl se observó el 18 de diciembre del 2000, con un volumen aproximado entre 15 y 19 millones de metros cúbicos de magma.
Si comparan las erupciones del Xitle y del Paricutín que emitieron un volumen de tan sólo 1’000,000 de metros cúbicos, se puede decir que el Popocatépetl es un volcán grande.
La erupción del Xitle, con su millón de metros cúbicos, abarcó desde el Ajusco hasta Coyoacán, esto representa una distancia de aproximadamente 11 kilómetros, cubriendo así un área aproximada de 70 Kilómetros cuadrados.
Para tener una idea más clara del volumen magmático que tiene el Popo se podría utilizar como ejemplo las revolvedoras de concreto; éstas tienen una capacidad de 10 metros cúbicos o los tinacos domésticos que son de 1 metro cúbico. Para almacenar ese material se necesitarían 1.9 millones de revolvedoras de concreto o 19 millones de tinacos.
Popocatépetl
Su nombre en náhuatl significa Montaña o Monte Humeante; es un tipo de estratovolcán o estratificado; está formado por capas de ceniza volcánica, fragmentos y corrientes de lava intercaladas. Se ubica en los estados de Morelos, Puebla y Estado de México; se encuentra al sur de la Sierra Volcánica Transversal. Es cónico simétrico; la parte más ancha de su cráter mide 612 metros y la más angosta, 400 metros con profundidad de 505 metros. Sus cimas principales: Pico Mayor y el Espinazo del Diablo. Cuenta con 5,452 metros de altura sobre el nivel del mar, es la segunda cumbre más grande del país. Su flora se conforma de tejocote, fresa, zarzamora, gramíneas y pastizales; su fauna: reptiles, zorrillo, ardilla, coyote, tejón, gavilán, paloma de collar, cuervo, codorniz pinta, águila, gallona de monte, halcón y venado cola blanca. A causa del Cambio Climático prácticamente ha perdido sus glaciares.
Comentarios Cerrados