Mineral de Pozos, en el estado de Guanajuato, estuvo abandonado por años, de ahí que su fama de pueblo fantasma. No obstante Mineral, ha sido testigo de diversos cambios sociales, ideológicos y económicos de gran importancia para el país y hoy en día busca convertirse en uno de los destinos turísticos del estado sin perder la esencia mágica que lo caracteriza.
Los primeros pobladores de Pozos fueron los Otopames o también conocidos como Chichimecas, quienes se asentaron en esta zona. Con la llegada de los españoles, estos grupos comenzaron a rebelarse para evitar ser dominados, convirtiéndose así en el último asentamiento Chichimeca que se conoce en la historia de nuestro país.
Con el paso de los años llegaron los jesuitas al lugar con la intención de enseñar su religión, hasta que un día, junto con algunos pueblerinos, descubrieron que en el subsuelo había mucho mercurio y otros minerales, razón por la cual construyeron los famosos Hornos que servían para extraer el metal de la piedra obtenida de las minas, principalmente de la Mina Santa Brígida.
Durante el año de 1767 los jesuitas fueron expulsados de México; en esa temporada llegaron a la zona más de 30 compañías mineras que extraían, molían y fundían mercurio, plata y oro, entre otros. Las haciendas que construyeron dichas empresas aún se encuentran de pie, formando parte del vestigio arquitectónico de la zona.
También arribaron a Mineral las famosas tiendas de raya y comercios como Fábricas de Francia (la primera que existió en México), Fábricas de París, Palacio de Cristal (la primera en México y que se convertiría después en Palacio de Hierro).
A finales de 1887, debido a la gran amistad que se tenía entre el Gobernador del estado de Guanajuato y el entonces Presidente Porfirio Díaz, la región de Mineral de Pozos fue bautizada como Ciudad Porfirio Díaz, convirtiéndose así en una de las urbes más importantes del estado.
Con el paso del tiempo, situaciones como las que se vivieron durante la Revolución Mexicana, la Guerra Cristera y sobre todo, la inundación de las minas, debilitaron poco a poco a este pueblo y debido a esas circunstancias la región de Pozos registró la migración de 60,000 pobladores, provocando el abandono casi por completo en el pueblo ya que quedaron menos de 200 personas en el lugar.
Fue hasta 1982 cuando Pozos entró al programa Tesoro Histórico Nacional, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y rescatar los inmuebles de valor histórico. En la actualidad Mineral, posee cerca de 3,500 habitantes y en el 2012 recibió el nombramiento de Pueblo Mágico, desde entonces ha buscado posicionarse como uno de los mejores destinos turísticos de Guanajuato.
De esta manera, podemos ver que a través de los años, la comunidad de Pozos se ha esforzado mucho en mantener y conservar en buen estado las ruinas de las minas y haciendas de beneficio que evocan la grandeza de este mágico lugar; se han rescatado las viejas casonas, plazas, callejones, y se incrementó de manera notable la infraestructura hotelera y turística.
Este destino ofrece una gran variedad de actividades que los turistas pueden realizar, como las visitas guiadas a las minas, la ciclopista de montaña más grande del país que recorre 23 kilómetros, los hoteles que brindan servicios de spa, cafeterías, restaurantes y galerías de arte.
Así que no pierdas la oportunidad de darte una vuelta a Pozos el cual forma parte del municipio de San Luis de la Paz y se localiza a 45 minutos de las ciudades de Querétaro y San Miguel de Allende, además se encuentra a sólo 3:30 horas de la Ciudad de México.
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