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El Partido Acción Nacional

La Constitución establece: “los partidos políticos son entidades de interés publico; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal y las formas especificas de su intervención en el proceso electoral. Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones estatales, municipales y del Distrito Federal (artículo 41).

“Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.”

La existencia de estas organizaciones ciudadanas debiera, por tanto, motivar a todos a conocerlas, a valorarlas. Con la finalidad de exigirles, con oportunidad, el cumplimiento cabal de sus responsabilidades. Son los partidos políticos, sujetos de derecho, pero también de obligaciones. Reciben financiamiento público, dinero que tiene su origen en las contribuciones de los mexicanos todos, condición cuestionada frecuentemente. Se escucha un día sí y otro también que el mantenimiento de las instituciones partidarias mucho cuesta a la nación, para tan pobres resultados.

Por consiguiente cuanto ocurre en el PAN es motivo de atención. Lo mismo de expertos en temas políticos que de legos en la materia. En foros de esa organización surgen a la vista dos corrientes, una propone la refundación del partido a la vista de los resultados del pasado proceso electoral en el cual perdieron casi todo, la encabeza Felipe Calderón. El casi no es lo mismo que el todo. Depende del punto de vista de cada quien. Otra de las corrientes insiste en volver a los principios de su origen. Entre ellos la figura visible es Gustavo Madero.

Manuel Gómez Morín

El PAN perdió la Presidencia, las gubernaturas de Morelos y de Jalisco. Lograron menos curules y escaños que los obtenidos en los procesos precedentes. En el DF no retuvieron las delegaciones de Cuajimalpa (con Kenia López Rabadán, actual diputada federal, seguramente otro habría sido el resultado) y Miguel Hidalgo. En la elección de diputados a la Asamblea Legislativa no consiguieron ningún distrito. Hago un paréntesis, Rosi Orozco, de cumplimiento destacado en San Lázaro, llegó a la representación federal por haber triunfado en un distrito ubicado en la delegación Gustavo A. Madero. Los electores no se equivocaron con ella.

Perdieron casi todo. Sin embargo, la fuerza electoral que les respalda para el hacer político es de la mayor consideración y respeto. 12.76 millones de votos conseguidos por su candidata a la presidencia son respetables. Se tendrá que contar con ellos para continuar por los caminos de la democracia en México.

Mirar a los principios de origen del Partido Acción Nacional implica volver la vista a la figura imprescindible de Manuel Gómez Morín y de los hombres que con él propusieron la construcción de un México acorde a los anhelos de parte de la nación. Gómez Morín, uno de los integrantes del grupo de los “siete sabios”, como también lo fueron Alfonso Caso, Vicente Lombardo Toledano. Un hombre conservador más no fundamentalista. Promotor del Estado laico cuando el signo de los conservadores era el apego a doctrinas religiosas. Uno de los fundadores del Banco de México. Rector de la UNAM por cuya autonomía luchó. Hombre de trayectoria ejemplar, desconocida por muchos de los panistas de nuevo cuño, es figura a la que acuden quienes proponen mirar a los principios de origen del partido azul. Estemos atentos a ver si lo consiguen. Conviene al interés de México.

Acerca de Hector Villar Barranca

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