Yolanda Gutierrez /
Rodrigo Cruz
El Presidente Enrique Peña Nieto recibió de manos de la directora de la sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Nuria Sanz Gallego, el certificado que acredita al sitio Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar como nuevo bien de Patrimonio Mundial Natural.
De los 981 lugares inscritos en la lista de patrimonio mundial, México se caracteriza por contar con 32 de ellos, colocándose a la cabeza de América Latina y el Caribe en donde se cuenta con 132 lugares en la lista de patrimonio mundial.
De acuerdo a la funcionaria de la UNESCO, una nación dispuesta a asumir mayor responsabilidad global, México reafirma su compromiso con el cuidado del Medio Ambiente y la lucha contra el Cambio Climático. «El certificado es una distinción, pero, al mismo tiempo, un compromiso que nos obliga como sociedad ante el mundo. Es un reconocimiento que recibimos con beneplácito y absoluta seriedad», agregó.
Por su parte, el titular del Ejecutivo dijo que la incorporación de esta reserva al listado de Patrimonio Mundial Natural alienta al gobierno federal a seguir trabajando por un México verde, próspero y sustentable, en dicho acto público instruyó al titular de la Secretaría de Medio Ambiente, a crear un salón en Palacio Nacional denominado “México Patrimonio de la Humanidad”, donde se den a conocer los sitios con que cuenta el país o las Areas Naturales Protegidas para que quien lo visite conozca la riqueza natural de México.
Expresó que de los sitios patrimonio de la Humanidad 27 de los 32 que tiene el país son de carácter cultural y cinco de orden natural y esto coloca a México como el sexto a nivel mundial.
“México cuenta con 2.3 millones de hectáreas Patrimonio de la Humanidad, superficie superior a una extensión total de cinco entidades del país juntas: Aguascalientes, Colima, Distrito Federal, Morelos y Tlaxcala”, dijo, y enfatizó que cada uno de esos cinco territorios es único y en ellos se protegen desde bosques hasta islas, ecosistemas desérticos y un santuario ballenero.
Al recibir hoy el Certificado que acredita a la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, en el Estado de Sonora, como Nuevo Bien de Patrimonio Mundial Natural, el Presidente Enrique Peña Nieto afirmó que “México asume con orgullo y plena responsabilidad el compromiso internacional de proteger y conservar su patrimonio natural”.
Expresó que “como una nación dispuesta a asumir mayor responsabilidad global, México reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático”.
Aseguró que el Certificado que hoy entrega la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a México “es una distinción pero al mismo tiempo un compromiso, que nos obliga como sociedad ante el mundo; es un reconocimiento que recibimos con beneplácito y absoluta seriedad”.
“Somos conscientes del gran patrimonio que tiene nuestro país y de nuestra obligación de preservarlo para los habitantes de todo el mundo, y en especial, para las siguientes generaciones de mexicanos”, apuntó.
Subrayó que este reconocimiento nos alienta a seguir trabajando por un México verde, próspero, incluyente y sustentable, “en el que generemos oportunidades de desarrollo para los mexicanos de hoy, sin poner en riesgo el patrimonio natural de los mexicanos del mañana”.
Recordó que México es una de las naciones con mayor biodiversidad en el mundo, y destacó que entre los principales desafíos en la materia están el crecimiento desordenado de las ciudades; la conversión de bosques y selvas en áreas de cultivo; los incendios forestales; el tráfico de especies; y las evidentes consecuencias del cambio climático.
Por ello, dio a conocer que instruyó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “a fortalecer las acciones para asegurar la preservación del patrimonio natural, especialmente el que nos distingue ante el mundo”.
El Primer Mandatario precisó que México cuenta con 32 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, de los cuales 27 son de carácter cultural y cinco del orden natural. Asimismo, “nuestro país es la nación de América Latina con más sitios en el listado, y la sexta a nivel mundial”.
Destacó que si se suma el área de los cinco sitios naturales inscritos, México cuenta con 2.3 millones de hectáreas que son patrimonio de la humanidad, superficie superior a la extensión total de cinco entidades del país juntas: Aguascalientes, Colima, Distrito Federal, Morelos y Tlaxcala.
Dijo que los cinco sitios naturales inscritos en el listado de Patrimonio Natural de la UNESCO corresponden también a superficies bajo conservación, que por Decreto Presidencial son áreas naturales protegidas.
El Presidente Peña Nieto dijo que a pesar de la gran importancia de estos sitios naturales y culturales que nos distinguen en el mundo, “no todos los mexicanos conocen su existencia, y menos aún que son patrimonio de la humanidad”.
Por ello, instruyó a la Semarnat y a la Secretaría de Educación Pública a crear, en el Palacio Nacional, “el Salón ‘México: Patrimonio de la Humanidad’, donde estarán expuestos los certificados que la UNESCO ha concedido a nuestro país, acompañados de información, así como de una muestra fotográfica o en video de cada uno de estos activos universales”.
Mencionó que de los cuatro desiertos de Norteamérica, la región de El Pinacate y Gran Desierto de Altar resguarda el mayor número de formas de vida animal y vegetal, y es un verdadero tesoro natural en el que es posible encontrar especies como el berrendo sonorense, la tortuga del desierto o el monstruo de Gila. “Es destacable que en esta región también habita la etnia de los Pápagos, quienes consideran al Pinacate como el origen del universo y donde aún realizan ceremonias sagradas”, añadió.
El titular del Ejecutivo Federal enfatizó que al igual que en esta región, “el Gobierno de la República trabaja para que, en todas las áreas naturales protegidas Federales, que son 176 a la fecha, se cuente con una política eficaz de conservación”.
Esto significa, continuó, “ser capaces de conciliar las necesidades de sus habitantes con los objetivos de preservación ambiental en las más de 25 millones de hectáreas decretadas como áreas naturales protegidas”.
Indicó que en el caso de las áreas naturales protegidas, además de ser los pulmones y fábricas de agua de nuestro país, “también deben ser verdaderas ventanas de oportunidad para avanzar hacia el México verde e incluyente que anhelamos”. Instruyó a acelerar los trabajos para que todas las áreas protegidas cuenten con su propio programa de manejo, como está mandatado por ley.
Mencionó que, como establece el Plan Nacional de Desarrollo, “fortaleceremos el capital social y las capacidades de gestión de ejidos y comunidades en zonas forestales y de alto valor para la conservación de la biodiversidad”.
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