La política
La democracia electoral es ganar esta elección y prepararse para la siguiente. Y la democracia electoral significa perder ahora; y luchar para ganar en la que viene. O desaparecer del escenario político. Ante ello, se pregunta qué va a hacer el PRI para las elecciones del 2017, pensando en la proyección de la elección presidencial del 2018. Y adelanto en señalar que la gran, y última, reserva es el estado de México, entidad que gobierna Eruviel Avila Villegas. En el periódico Mi Ambiente, advertimos un viraje en el gobierno y el partido.
La dimensión de la entidad, es eje de la economía nacional, pieza fundamental de la megalópolis. Con el mayor inventario ciudadano. Los votos mexiquenses cuentan, y son de triunfo, en cualquier elección, en la presidencial es el bastión nacional. ¿Qué significa esta escenografía política? Que todos tienen, desde ahora en la mira al Edomex. Para ganar al electorado y para hacer una campaña antigobierno. Es la estrategia del descrédito. Los resultados electorales del pasado 5 de junio, cadena triunfal del PAN y la serie en derrotas del PRI; significa que ese es el camino: Desacreditar al gobierno. Eruviel tiene la palabra.
Tres preguntas ¿Qué hará el gobierno y qué hará el PRI estatal, a cargo de Carlos Iriarte, junto con el PRI nacional, bajo la duda de la continuidad de Manlio Fabio Beltrones. Eruviel no se defenderá o se proyectará? Ahora es imperativo el cierre de filas priistas mexiquenses. Municipio por municipio, donde gobierna el priismo. El PAN ya sabe el camino y en alianza con el PRD fortalecerán la campaña antipri y contra Eruviel; lucharán para anularlo.
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