México despidió a uno de sus grandes iconos de la televisión no sólo nacional y latinoamericana, a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, quien llego por casualidad de la vida se volvió actor, pues en inicios de su carrera se dedicaba al guionismo.
En alguna ocasión comentó que “faltó un actor, y yo había escrito el programa, entonces supusieron que yo me sabría de memoria el texto -lo cual no era cierto porque lo había escrito tres semanas antes- pero lo repasé como en un minuto. Y salí más o menos bien. Me felicitaron y me dijeron ‘oye lo hiciste bien ¿por qué no sigues en esto?’ y así seguí, pero durante un buen tiempo haciendo papeles secundarios”.
De esta forma comenzó la carrera televisiva del hombre que se transformó en el sinónimo de infancia para cuatro generaciones, y que inmortalizo infinidad de frases que hoy son del uso común de la población.
Tal como son “me lleva el chanfle”, “no me tienes paciencia”, “síganme los buenos”, “tal y como dice el consabido refrán”, “tú y yo estamos locos Lucas”, “ohh y ahora quien podrá salvarnos”, “lo sospechaba desde un principio”, etc.
Cabe mencionar que Roberto Gómez Bolaños, nació en 1929, de la relación entre la secretaria bilingüe Elsa Bolaños-Cacho Aguilar y el pintor, Francisco Gómez Linares, en una familia compuesta por tres hermanos.
De adolescente práctico el boxeo, llegó a estudiar Arquitectura a La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aunque jamás ejerció esta profesión.
Se casó con Graciela Fernández (fallecida en 2013) en 1968, con quien tuvo sus seis hijos, y en 1989 se separó. En 2004 volvió a contraer matrimonio, con quien fuera por años su compañera de elenco en El show de Chespirito, Florinda Meza.
Fue el cieneasta Agustín P. Delgado, quien le puso el especial nombre Chespirito derivado de William Shakespeare, el gran dramaturgo inglés.
Su carrera actoral comenzó en 1968, cuando se hizo cargo de 30 minutos sabatinos de la programación de la televisora TIM, donde nació El Ciudadano Gómez, lo cual derivó en que dos años después, cuando dio inicio otro programa con su nombre en donde dio a conocer a personajes como El Chapulín Colorado, un héroe vestido de rojo que luchaba con su chipote chillón contra los malos a pesar de su poco dominio del miedo.
Entre sus trucos para despistar a sus enemigos utilizaba las pastillas de “chiquitolina”, para hacerse pequeño. “Yo quería hacer un héroe autentico, lo revestí de características más humanas, le gustan las mujeres, ofrecí el personaje a muchos actores y todos los rechazaron, pero cuando tuve la oportunidad de actuar, entonces pude hacer El Chapulín Colorado que me abrió las puertas de toda América”.
Más tarde, en 1971 crearía el éxito mundial del programa del Chavo del 8, y que años después se complementaría con otros personajes como fueron Chaparrón Bonaparte, Doctor Chapatín, entre otros.
En los años 80s, protagonizó películas exitosas como fueron El Chanfle y Música de viento. Carrera que derivaría en muchos reconocimientos como fue hace un año, cuando recibió el Premio Ondas Iberoamericano a la trayectoria más destacada en televisión y en septiembre pasado, los Kids Choice Awards 2014 reconocieron al programa El Chavo del 8″ con el Premio Leyenda, recibido por Edgar Vivar (el señor Barriga) en nombre de Bolaños.
La salud complicó por años al artista. En 2009 fue internado por problemas a la próstata. Finalmente y tras un delicado estado que lo aquejó en los últimos meses, falleció este 28 de noviembre a los 85 años.
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