Este jueves 15 de octubre se conmemorará el Día Mundial de la Alimentación, por lo que la seguridad alimentaria, la nutrición y la agricultura sostenible son fundamentales para lograr el conjunto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) en 2030, indicó el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, a los líderes mundiales en un discurso plenario ante la ONU.
«Nos hemos dado una tarea enorme, que comienza con el compromiso histórico de no sólo reducir sino también erradicar la pobreza, el hambre y la malnutrición de manera sostenible, porque cuando hablamos de un mundo sostenible, no podemos dejar a nadie atrás», ha señalado durante su intervención al Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible 2015.
Catorce de los 17 nuevos ODSs adoptados por el Cumbre están relacionados con la misión histórica de la FAO, señaló el Director General. El segundo objetivo – que es «acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible»- debe ser perseguido con urgencia ya que un progreso rápido en ese frente es la clave para los demás objetivos, agregó.
Los ODSs continúan y amplían los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que fueron establecidos en 2001 y que vencen este año, cuya meta de reducción del hambre fue cumplida por más de la mitad de los países monitoreados por la FAO. Sin embargo, cerca de 800 millones de personas aún sufren subalimentación crónica.
Una mayoría de los pobres y hambrientos del mundo viven en las zonas rurales, y mejorar sus medios de vida es el principal reto, dijo Graziano da Silva.
«Necesitamos construir sistemas agrícolas y alimentarios más sostenibles, resilientes y más capaces de hacer frente y responder al cambio climático», añadió.
Invertir en agricultura medioambientalmente sostenible no será suficiente por sí mismo, sino que también se requieren sistemas de protección social bien diseñados.
Según la nueva publicación El Estado de la Alimentación y la Agricultura 2015 (SOFA, por sus siglas en inglés), en 2013 las medidas de protección social sacaron de la pobreza extrema a unos 150 millones de personas en todo el planeta.
Para el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez, es un desafío regional el fortalecer la inclusión laboral y productiva de los hogares pobres rurales, articulando estos esfuerzos con otras políticas sectoriales y productivas.
“Debemos fortalecer la inclusión laboral y productiva de los hogares pobres rurales, como una forma de dar sostenibilidad a los esfuerzos por erradicar el hambre”, afirmó.
México conmemorará el Día Mundial de la Alimentación
“Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural”, es el lema que este año promueve el Día Mundial de la Alimentación, que enfatiza la importancia de la interrelación entre las políticas sociales, los sistemas de protección social y el desarrollo productivo.
Según la FAO La protección social es una combinación de políticas, programas e intervenciones que tienen como objetivo proteger a las personas pobres y en situación de inseguridad alimentaria y sacarlos de la pobreza y el hambre, tal como lo hace la Cruzada Nacional contra el Hambre. A través de diversos programas que proporcionan apoyo financiero o en especie a las personas pobres y vulnerables, la protección social aumenta sus ingresos, capacidades y derechos.
La evidencia muestra que los planes fiables y regulares de protección social pueden ayudar a las comunidades pobres a superar las limitaciones financieras y gestionar riesgos que generalmente les desalientan para perseguir una mayor rentabilidad. Cuando se implementan a gran escala, los sistemas de protección social pueden también contribuir a una reducción general de la brecha de la pobreza, con el empoderamiento de familias y comunidades.
Además, la repercusión de la protección social en la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza puede intensificarse si se centra la atención en el papel de las mujeres a la hora de orientar y diseñar los programas.
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