Tras la publicación de su encíclica ecológica y social “Laudato si”, el Papa es blanco de una serie de críticas y reprobaciones por parte de las más rancias filas conservadoras de la derecha mundial. Pero en cambio, Francisco cuenta con la simpatía y apoyo de organizaciones medioambientales, académicos, científicos y asociaciones cristianas, quienes ruegan a Su Santidad tener una intervención importante en la COP21 de París 2015 porque eso significaría ganar. Es decir que la balanza comenzaría a inclinarse favor del Planeta.
El poder de convencimiento político y religioso de Francisco es algo definitivo para que en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se llegue a un acuerdo definitivo y grande para combatir este fenómeno antropogénico que tiene en jaque la existencia de la humanidad.
Su Santidad es una luz que puede iluminar y convencer a ricos y poderosos a dejar de lado sus perversos intereses económicos y personales para apoyar las negociaciones y firma del nuevo protocolo para combatir a gran escala el Cambio Climático global, el cual no solamente tiene que ser legal y obligatorio, sino verificable, comprobatorio y sancionable para que los gobiernos y naciones cumplan con lo que les toca para salvar la casa de todos.
Tras dar a conocer su encíclica, la ONU ve con buenos ojos y exhorta al Papa a seguir adelante con su valioso apoyo a favor del nuevo protocolo y combate al calentamiento climático global.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) expresó su beneplácito por la encíclica verde a la que consideró un hito porque ningún Papa defendió al Medio Ambiente con tal decisión y conocimientos del mismo.
Por su parte, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dio las gracias a Su Santidad por la inequívoca llamada a la acción para enfrentar a la degradación del medioambiente y el Cambio Climático. Agregó que es la mejor llamada de acción contra ese fenómeno.
Ahora es el momento indicado de actuar porque ciencia y religión están de acuerdo, por lo que se espera que, en breve, todos los pueblos tomen cartas en el asunto, claro, tras el llamado de Francisco, reconoce el PNUMA.
Por último, Fundación Mundial para la Naturaleza y Greenpeace Internacional expresaron que la encíclica es una valiosa intervención y un llamado a la acción en todo el mundo. Además de que con ello, el Papa trazó intrínseca relación entre humanos y Naturaleza porque no se puede dividir justicia económica, social y ecológica.
Francisco dejó en claro que el Cambio Climático no es cuestión de Dios, sino un producto antropogénico, por lo que demanda la intervención de la humanidad, en su conjunto, para acabar con esa gran amenaza.
Asimismo, el Papa está cierto de que los países ricos tienen una gran deuda ecológica con las naciones pobres. Además, sabe que si se sigue apostando al crecimiento económico no existirá fórmula mágica para acabar con la pobreza y hambre ni para recuperar al Planeta.
Por lo tanto, expresó que lo que debe cambiar es la “estructura perversa” que hace que los países ricos exploten a los pobres para satisfacer su sed de consumo.
A quien no le gustó nada la encíclica verde fue al precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Jeb Bush, quien recomienda al Papa dedicarse a la evangelización y hacer mejores personas y que deje la política para los que se dedican a ella. Agregó, él no me va a dictar mi política económica.
Tampoco me dictarán políticas económicas obispos y cardenales, aseveró Bush, quien jura y perjura que efectivamente la Tierra tiene Cambio Climático, pero eso no significa que efectivamente sea responsabilidad de la humanidad.
Apunta también que es arrogante sostener que exista ciencia exacta y un diagnóstico cien por ciento cierto sobre el Cambio Climático y que es totalmente falso el estilo de vida actual es insostenible y que sólo puede terminar en catástrofes.
CUMBRE MUNDIAL EN LA VILLA PÍA
Ante las reacciones adversas a su encíclica verde, el Papa no solamente sostuvo una reunión con alcaldes de las ciudades más importantes del mundo, sino que los hizo signar un documento en el que se comprometen
A encarar urgencias planteadas por la pobreza extrema, exclusión social y el Cambio Climático y también a tomar medidas perentorias para erradicarlas.
Francisco expuso en su reunión mundial con alcaldes a la cual invitó a más de 70 y que únicamente asistieron 65 a la Villa Pía del Vaticano, que el Cambio Climático significa nueva forma de esclavitud, como lo son el abuso de los niños, trata de personas, abandono de ancianos, trabajos forzados y mal pagados.
A la cita con Francisco acudieron los gobernantes de Madrid, París, Johannesburgo, Bogotá, Teherán y muchos más, pero no el jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, lo que pone de manifiesto su nulo interés por realizar un trabajo de gestión ambiental por el bienestar de sus gobernados.
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