Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) en el norte del país, realiza una investigación multidisciplinaria sobre el caballito de maren la Bahía de La Paz –capital del Estado-, para generar datos de prospección biológica, densidad y distribución poblacional y aspectos biológicos, como su reproducción y crecimiento.
Ismael Ortiz Aguirre, prospecto a doctorado en ciencias marinas y costeras (Cimaco) de la UABCS, dijo que “existe un gran desconocimiento del caballito de mar, por ejemplo no sabemos cuál es su función ecológica en el campo, ni siquiera sabemos dónde se encuentra y en qué cantidad, además estos ejemplares tienen una alta demanda comercial y en ese sentido es importante investigarlos para descubrir nuevos usos y generar planes de manejo sostenibles”.
En una primera etapa, el estudio se integró de censos visuales en ocho localidades costeras de la Bahía de La Paz, desde San Juan de la Costa hasta Puerto Pichilingue. Posteriormente se eligió un área de 0.380 kilómetros cuadrados para realizar una muestra de prospección poblacional de la especie.
Al respecto, el doctor Carlos Rangel Dávalos, profesor investigador titular B del Departamento de Ciencias Marinas y Costeras de la UABCS, dijo que la idea es arrancar con un programa de investigación de manejo del caballito de mar, hacer trabajos de cultivo para intentar repoblar la especie.
Detalló que “se tomó como muestra una localidad aledaña al Puerto Pichilingue, llamada La Bruja, ahí utilizamos una técnica de cuadrado, en donde dividimos la localidad en cuadrantes de 20 metros por 20 metros y cada cuadrante se revisó exhaustivamente, para documentar el número de caballitos de mar. Encontramos 43 ejemplares. Debemos tomar en cuenta que los caballitos de mar son considerados especies con baja densidad poblacional y además por el propio desconocimiento de la especie, no sabemos si este número es bueno o malo”.
En la siguiente etapa, se examinaron las estructuras marinas en donde se encontró un mayor número de especímenes, como plantas, piedras, corales o estructuras antropogénicas, y la salud de estos sitios, con el objetivo de identificar la preferencia de hábitats marinos del caballito de mar. Los datos indican un mayor número de caballitos de mar en los ecosistemas rocosos y marinas portuarias.
Los investigadores además observaron que esta especie llega a encontrarse a profundidades de hasta 70 metros.“Aparentemente es una especie que no solo se encuentra en aguas someras, cercanas a la costa, sino que llega a desplazarse en profundidades de hasta 70 metros, obviamente trabajos de observación a esas profundidades son muy difíciles de llevar a cabo”, aseveró.
Los investigadores realizan análisis de la microbiología del caballito de mar para comprender sus interacciones en el campo y descubrir su potencial biotecnológico.
Los análisis microbiológicos a especímenes adultos detectaron 280 cepas bacterianas, de las que en algunas se identificó una actividad antiepibiótica que inhibe el crecimiento de organismos externos al caballito de mar.
“Esta especie en particular nos llama mucho la atención porque no presenta parásitos. Esta característica nos hace pensar que en su epidermis tiene una sustancia que evita la fijación de otros organismos; nos hemos enfocado en analizar qué sustancias posee y sus potenciales utilidades”, mencionó Rangel Dávalos.
De estos compuestos se derivan aplicaciones biotecnológicas, como aislantes para estructuras marinas, muelles o embarcaciones, que los protege de balanos —pequeños organismos marinos— y compuestos para el desarrollo de probióticos para cultivos de peces y camarones.
“Detectamos tres bacterias que tienen una actividad impresionante; hacemos crecer las bacterias en laboratorio y extraemos los compuestos químicos de las mismas. Estamos analizándolos porque tienen una aplicación para el uso humano, con relación a estructuras marinas, como aislante y actividades microbianas, para generar probióticos y eliminar patógenos en cultivos acuícolas”, detalló.
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