La mujer actual es productiva y multifacética; antropológicamente, en este momento de la historia está haciendo las mismas actividades productivas que el hombre, adicional a ello, asume que debe cumplir con funciones familiares propias de una ama de casa, madre o esposa. Lo anterior implica una carga de responsabilidades y situaciones estresantes que impactan directamente al aparato digestivo.
La OMS señala que, muchos de los problemas de salud que padecen las mujeres en las etapas más avanzadas de la vida, se deben a la exposición a diversos factores de riesgo durante la adolescencia y etapas anteriores de la edad adulta, como el tabaquismo, el sedentarismo y la mala alimentación”, propios del estilo de vida de una mujer económicamente activa.
Uno de los padecimientos comunes de este grupo, es el Síndrome de Intestino Irritable (SII), al respecto la Dra. Eréndira Sequeiros Loranca, Médico Pediatra, especialista en Ginecología Pediátrica y Medicina del Adolescente mencionó que, el intestino es como un segundo cerebro, debido a que está ligado al sistema nervioso, en el que impactan diferentes emociones, como el estrés; asimismo en el intestino se encuentra un factor de inmunidad muy importante, pues aloja células y bacterias buenas que se encargan de la defensa, no sólo del aparato digestivo, sino del organismo en general.
El SII también conocido como Colitis Nerviosa, es multifactorial; se manifiesta por cambios funcionales que generan dolor, estreñimiento o diarrea y distención abdominal, esta última conlleva a expulsión de gas. Debido a ello, mujeres adolescentes suelen percibirse pasadas de peso, al grado de caer en anorexias nerviosas y/o desnutrición. La mayoría de ellas, se acostumbra a vivir con dichas manifestaciones, sin embargo, es importante mencionar que NO es normal; un intestino con dichas características, no es un intestino sano.
“1 hombre por cada 2 mujeres lo padece; por supuesto que somos aptas para estar en el mundo laboral, pero emocionalmente somos más lábiles y asumimos más responsabilidades. Adicional a esas emociones, el SII o Colitis Nerviosa es un proceso multifactorial: herencia, alimentación, antecedentes de tratamientos extremos de abuso de antimicrobianos (antibióticos), que alteran la microbiota intestinal”, agregó.
Una mujer saludable
La especialista mencionó que el médico debe hacer una evaluación integral, que considere cambio de hábitos dietéticos y estilo de vida, como: evitar ayunos prolongados, comidas abundantes y grasas saturadas; así como incrementar la fibra. En pacientes estresadas se recomiendan algunas actividades relajantes: meditación, oración, yoga, contemplación o actividades que de alguna manera disminuyan los niveles de estrés.
Mencionó que es indispensable tomar agua, sin embargo, aunque se tome la cantidad necesaria, se requiere un tratamiento con medicamentos adecuados, pues una característica del padecimiento es la sequedad del intestino que también ocasiona estreñimiento.
Destacó algunas sustancias como la Alverina que funge como antiespasmódico rápido, la Simeticona que tapiza al intestino y lo protege, ayuda a normalizar las funciones intestinales y frena la producción de gas. Asimismo, señaló a los probióticos IBS “hay gran diversidad, pero los clasificados como IBS, han documentado que cumplen con funciones específicas que apoyan el tratamiento de SII: impiden que penetren las bacterias malas (patógenas), que producen gas y mal olor, eliminan a dichas bacterias dañinas y producen ácidos grasos que estimulan al sistema inmune”.
“Es muy importante que la paciente sea consciente del problema, en ocasiones el paciente se siente bien y abandona el tratamiento; el SII es un padecimiento recurrente y crónico que debe tener seguimiento”.
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