Una de las formas más comunes de celebrar el Día de San Valentín, es obsequiar un detalle a la persona amada y entre los productos más demandados se encuentran las flores. Como seguramente has notado, en esta fecha el costo de los arreglos florales incrementa, no solo por la altísima demanda sino también porque se sigue en invierno, las heladas de diciembre y enero disminuyen la producción de las flores en el país.
A pesar de que en México se cuenta con más de 26 mil especies de flores, siempre se observa el clásico rosas rojas. Una alternativa a este cliché puede ser una maceta de flores, que si la cuida bien, el néctar y polen pueden servir de alimento a los polinizadores como los abejorros, mariposas y abejas. De esta forma no solo demuestras su amor a su special one, sino también al planeta pues contribuye a la polinización y a la biodiversidad biológica.
Otra alternativa es regalar miles de flores en un frasco de miel: una abeja visita (y poliniza) alrededor de 100 flores al día, gracias a eso las mieles tienen un sabor, color y textura especial cada temporada.
A de abeja es un proyecto colaborativo que promueve el consumo interno de miel y quiere cambiar la percepción del público ante este delicioso manjar dando a conocer la extensa variedad que existe en México. “Al existir una amplia diversidad de flores, pueden existir mieles de diferentes sabores, olores, consistencias y colores. Sólo se debe poner especial cuidado en los procesos de producción”, menciona Arlette Gómez, fundadora y directora de A de abeja.
Actualmente, la marca cuenta con 13 tipos de mieles como la miel de árboles frutales, miel de flores de aguacate, miel de acahual que incluye flores de cempasúchil, ártica y girasoles silvestres y miel de flores de aceitilla, por mencionar algunas.
Puntualizó que “recientemente las poblaciones de abejas han disminuido drásticamente en todo el mundo y todos podemos ayudarlas, por eso A de abeja te invita a celebrar con estilo y detalles únicos este 14 de febrero, comparte este día con la persona que amas y contribuye a una de las cadenas más románticas e importantes para la conservación de la vida obsequiando flores en maceta o un frasco de su dulce néctar, ¡miel!”.
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