Pese a que a nivel global se desarrollan esquemas de movilidad sustentable, en México, este sector no se aplica con la seriedad que debiera y mantiene rezagos, como la creación de infraestructura vial para automóviles eléctricos.
Según el Instituto de las Américas, estos vehículos ayudan notablemente a reducir la huella ambiental y son una opción para disminuir la edad de la flota vehicular del DF, que es de 15 años de antigüedad, además, un análisis de eficiencia energética indica que cada vehículo eléctrico ahorraría 1 kilogramo de CO2 por cada 10 kilómetros recorridos, en comparación con su equivalente de gasolina.
Adriana Lobo, directora de CTS Embarq México, indicó que en nuestro país existe un problema que es común en Latinoamérica, consistente en el crecimiento de compra de vehículos tradicionales, por lo que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) no se detienen; por el contrario, aumentan a una tasa constante del 6% al año.
Lo anterior, pese a la expansión de políticas y nuevas tecnologías en el transporte, como parte importante para mitigar la contaminación del aire en las grandes ciudades.
Relató que el transporte público mexicano tiene grandes retos y no apoya su expansión a autos eléctricos en el sector de mayor movilidad en el sector público (taxis y autobuses). En la Ciudad de México, hay sólo 20 taxis eléctricos en un universo de 140 mil taxis tradicionales, diferencia perceptible con China, donde ya mueve a 6 mil autobuses eléctricos.
Las grandes ciudades carecen de infraestructura para vehículos eléctricos, lo que frena su compra, además, no hay estacionamientos especiales para este tipo de autos, como tampoco sitios de recarga, situación muy diferente a Santa Clara, California, Estados Unidos, donde 10% de sus vehículos son eléctricos, o Berlín, Alemania, que ha detonado el transporte público, y donde sólo 7% de sus habitantes tiene estacionamiento propio.
Un claro ejemplo del desorden urbano mexicano es que el transporte, de acuerdo a especialistas, cada persona, en promedio, utiliza 3.3 días al año, en esperarlo, lo cual redunda en que, se pierdan esas hora-hombre, anualmente.
Otro de los problemas del gobierno mexicana es que no sabe qué debe financiarse en materia de urbanismo y transporte, ya que existe una gran disparidad de elementos que son considerados por cada administración estatal, además del lamentable estado de las unidades de transporte masivo que dan servicio al 80% de los viajes que se realizan en el país.
Michael Shifter, titular del diálogo interamericano de BMW, comentó que en el transporte deben tenerse políticas de largo plazo y la movilidad eléctrica es clave en el tipo sustentable, pero en América Latina el alza en sus emisiones hace imperioso que el transporte eléctrico aumente. Para ello, requiere de involucramiento y apoyos oficiales, pues, al momento, faltan incentivos fiscales, suprimir subsidios a combustibles fósilesy contar con electrolineras.
Para BMW, existe una transición a la movilidad eléctrica que ya está detonando su potencial en mercados, como Noruega, que cuenta con exención de impuestos y estacionamiento gratis en varias ciudades.
Durante el Foro de Transporte Limpio en Latinoamérica, dijo que este tema no se puede visualizar en el corto plazo y espera que se mantenga su discusión y difusión para sentar las bases del impulso y consolidación de este tipo de movilidad sustentable.
Tom Turrentine, director, Plug-in Hybrid & Electric Vehicle Research Institute, refirió que California es líder en uso de estos vehículos en Estados Unidos, pero las ventas son todavía muy disparejas, ya que esta entidad es la que más capta a esos automotores, pese a que aún no desarrolla acciones como incentivos fiscales de estos automóviles, aunque la educación de la población es importante para impulsarlos.
Los avances en el transporte y movilidad son esenciales para mantener el ritmo de las necesidades de la población mundial, como lo muestra una reciente encuesta global realizada a jóvenes entre lo que destaca que este mercado quiere un futuro ecológico y ve en los beneficios de los vehículos sostenibles algo promisorio.
Según esta investigación, 59% de los millennials europeos predice que en los próximos diez años el mayor desafío para la industria automotriz será construir autos sostenibles con enfoque en tecnología ecológica, ya sean eléctricos o híbridos.
Este estudio fue realizado por Goodyear Dunlop Tires Europa y la asociación ThinkYoung que realizaron este trabajo con miras a fomentar una movilidad sustentable. Cuando se preguntó a los millennials qué transporte debe tenerse para el año 2025, 49% de los jóvenes dijeron que los vehículos de bajo consumo deben ser una de las principales áreas de enfoque.
Esto es significativamente más alto que el 27% que ve la inversión en sistemas de transporte público como una alta prioridad e indica que los jóvenes europeos esperan mejoras en la sostenibilidad general del transporte, pero no quieren que la libertad de elección y movimiento que disfrutan ahora se restrinja en el futuro. De hecho, 85% de los encuestados proyectan que tendrán auto en los próximos 10 años.
Otras prioridades para los esfuerzos de sostenibilidad en la próxima década incluyen el desarrollo de la tecnología inteligente para vehículos eficientes (24%), gestión de tráfico inteligente en vehículos (17%) y neumáticos ecológicos y adaptivos (18%). Cuando se les preguntó específicamente acerca de los neumáticos, 33% de los encuestados mencionó “eficiencia de combustible extrema”, como una de las características más importantes.
La contaminación de la atmósfera de las ciudades proviene en un 75% de su flota vehicular y convertir 500 mil unidades a consumidoras de gas natural requeriría una inversión de 750 millones de dólares; la ventaja es que un auto de gas comprimido natural genera menos de 20% de emisiones de dióxido de carbono, 30% menos de óxido de nitrógeno y 90% menos de gases de hidrocarbonos no metálicos.
NECESIDAD IMPERIOSA LA MOVILIDAD ELÉCTRICA
Vladimir Sosa Rivas, coordinador del Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dijo que el modelo actual ha confluido en un gran reto ambiental. Las emisiones de CO2 vienen en gran parte del transporte que es responsable del 27% de tales emisiones globales. En México, ese porcentaje es del 91.8%. Además que crece, en forma constante, desde los años 70s hasta la actualidad.
Los hábitos de consumo de la sociedad que, al tener más recursos, tiende a motorizar su movilidad, origina los retos actuales que es el cambio de infraestructura con un transporte público no adecuados, que el nuevo consumidor es diferente a hace 30 años y que son los individuos que se quieren diferenciar por los productos que adquieren.
Ejemplificó que un auto eléctrico genera 3.99 toneladas de CO2, a diferencia de las 20 toneladas de un auto común, lo cual es el primer eslabón que debe hacérsele apreciar al consumidor actual.
César Alejandro Hernández, director general de Análisis y Vigilancia del Mercado Eléctrico de la Secretaría de Energía (Sener), comentó que si se quiere en el largo plazo un efecto importante en mitigación climática, se debe actuar en el transporte para que sea una industria limpia y eficiente. No sirve sólo llegar al 50% de energías limpias sin actuar en descarbonizar este sector tan prioritario en la economía nacional, dijo.
Sobre la regulación y financiamiento para que las electrolineras sean un negocio, indicó que la ley ya permite venta de carga eléctrica que hoy tiene precio libre y desde enero de 2016 se podrá surtir de energía barata no sólo de CFE, sino a los nuevos inversores de esta industria que podría acrecentar este tipo de infraestructura.
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