Las tarifas de energía eléctrica cuentan con un considerable subsidio en favor de los consumidores y, en consecuencia, no es posible su modificación, ajuste o restructuración; una disminución agravaría la situación financiera del organismo suministrador (Comisión Federal de Electricidad) e impactaría la inversión en infraestructura para hacer frente al incremento de la demanda.
En estos términos respondió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la Coordinación Política de la Cámara de Diputados, la cual solicitó el 9 de abril instrumentar un programa de reducción de tarifas eléctricas para la región de la Huasteca Potosina y la Zona Media del país.
La dependencia explicó que las tarifas eléctricas, en particular las aplicadas al consumo doméstico, no alcanzan a cubrir los costos de generación, transmisión y distribución de la energía, por lo que se aplica un subsidio a favor de los usuarios, quienes pagan un precio menor al costo de sólo 36 por ciento.
El diseño tarifario vigente otorga un beneficio adicional a las localidades con clima cálido, al aplicar cargos más bajos y rangos de consumo más amplios que los de las zonas templadas.
El gobierno federal da un apoyo implícito a través de tarifas eléctricas deficitarias, y otro por medio del programa Oportunidades.
Desde 2007 se otorgan 60 pesos mensuales para cada una de las 5.4 millones de familias beneficiarias del programa Oportunidades, a través del programa Oportunidades Energético. Su costo anual en 2011 ascendió a tres mil 857 millones de pesos, y desde 2012 este plan se incorporó al de Oportunidades Alimenticio.
Conforme a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica la modificación, ajuste o restructuración de las tarifas se hace de manera que tienda a cubrir las necesidades financieras de los suministradores y las de ampliación del servicio público, así como para fomentar el consumo racional de energía.
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