Hambruna mundial

El 20 por ciento de la población sólo dispone del 1.3 por ciento de los alimentos que se producen a nivel mundial, lo que genera hambrunas en muchos países.

Este fin de semana, más de 100 millones de habitantes en el mundo se irán a dormir con el estómago vacío y, lo que es peor, no sabrán si mañana comerán.
La mayoría de ellos habitan en países subdesarrollados, aunque también hay muchos que viven en naciones ricas, pero están en pobreza extrema.
Las cifras corresponden sólo a la punta de iceberg del binomio pobreza y desnutrición.
Según Jacques Diouf, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), este año, mil millones de habitantes son pobres, de quienes 105 millones lo son en extremo que no tienen ni para comer.
“Conseguir la seguridad alimentaria en época de crisis” es el lema adoptado por el organismo internacional para superar este problema, a nivel mundial.
No es fácil. Ni lo será en un mediano plazo; por el contrario, el problema tiende a agudizarse por la competencia que vienen haciendo los biocombustibles al uso de granos para la alimentación humana.
Este hecho es reciente y se sumó al ingreso de los granos y otros alimentos de uso generalizado a las cotizaciones en las Bolsa de Futuros, como cualquier mercancía de intercambio.
No es el agricultor o el ganadero quien fija los precios de los alimentos. Ni siquiera el comerciante o el industrial. Es el corredor de bienes de consumo quien lo hace desde las Bolsas de Valores, en Estados Unidos, Europa o Japón. Son los commodities quienes tienen en sus manos el destino del alimento universal.
En México, la situación no es muy distinta. En 2008, se produjeron 101 millones de toneladas, suficientes para alimentar a la población y generar excedentes para su exportación.
Este año, la propuesta fue alcanzar 104 millones de toneladas. La sequía que afectó a gran parte del territorio nacional, evitará que se cumpla el pronóstico de cosechas. Aún así, habrá la suficiente comida para el abasto nacional.

HAMBRUNA EN EL VALLE DE MEXICO

Un análisis somero sobre la situación alimentaria en el Valle de México reveló que Chimalhuacán, una de las zonas más pobladas de la región, es el municipio urbano más pobre del país.
El Estado de México, una de las principales fuentes de abasto de víveres para la Ciudad de México y su zona conurbada, enfrenta, desde hace unos años, grave crisis en sus acuíferos y parcelas, debido a la extensión de la mancha urbana y la sobreexplotación.
Estos problema se agudizan por los efectos de Cambio Climático que, a decir del gobernador estatal, Enrique Peña Nieto, este fenómenos natural, agregado a la crisis económica, lleva a que el 50 por ciento de los 15 millones de mexiquenses estén en pobreza.
“Es indispensable trabajar, arduamente, a favor de la alimentación de los seres humanos y conservar el Medio Ambiente”, pues existe la amenaza a los recursos hídricos y a la tierra, así como presiones relacionadas con el desarrollo económico y el Cambio Climático que llevarán a una baja productividad en los cultivos y, por ende, a problemas de abastecimiento de alimentos, dijo.

BUSQUEDA DE SOLUCIONES

Diouf considera que los 760 millones de toneladas de cereales que se utilizan para la alimentación pecuaria, otro de los grandes desórdenes en la producción agrícola, serían suficientes para dar de comer a los pobres del mundo hasta 14 veces.
También plantea una mejor distribución de la comida. Actualmente, 20 por ciento de la población mundial consume 80 por ciento de la producción total, estimada en 2 mil 200 millones de toneladas, 5.4 por ciento más que en 2007.
Otras alternativas son la aplicación de sistemas biotecnológicos que hacen fructificar los campos áridos y multiplicarán la producción agrícola por encima del crecimiento poblacional.
Clive James, fundador y director del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Biotecnológicas (ISAAA), indica que para hacer frente a la necesidad de alimentos en 2050 cuando la población mundial ronde los 9 mil millones, se requiere combinar las técnicas agrícolas convencionales con lo mejor de la biotecnología.
Por el momento, sin embargo, se enfrenta el problema con medidas más cercanas y pragmáticas.
El DIF mexiquense recurre a los antiguos huertos familiares que, al menos, sacian el hambre en miles de hogares urbanos como lo hacen las parcelas de autoconsumo en el medio rural, y a los apoyos alimentarios sociales.
Queda un hecho preocupante. Datos de la Asociación de Bancos de Alimentos en México revelan que, cada año, se van a la basura 10 millones de toneladas de comida.
Mientras esto sucede, el secretario de Agricultura (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda, adelantó que esta dependencia enfocará sus baterías más hacia el rubro de la alimentación, renglón que, hasta ahora, está olvidado.
De hecho, Sagarpa firmó un convenio con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) para aumentar la oferta de productos agropecuarios nacionales y realizar compras directas con los productores para romper la columna vertebral del intermediarismo.

Edomex, urge atender el problema del hambre

Para el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), en el marco del Día Mundial de la Alimentación, es indipensable el trabajar arduamente a favor de la alimentación de los seres humanos, aunado, a conservar el ambiente local y mundial, plan de trabajo instaurado desde 2008.
Ya que las autoridades estatales han reconocido que la amenaza a los recursos hídricos y de la tierra y presiones relacionadas con el desarrollo económico y el cambio climático conllevan a la baja productividad de cultivos y por ende a problemas e abastecimiento de alimentos.
Sobre este tema, el gobernador Enrique Peña Nieto, ha declarado que “el DIFEM encamina sus esfuerzos para focalizar los programas alimentarios, brindando capacitación para la instalación de huertos familiares y productivos, gracias al apoyo y voluntad de los Sistemas Municipales DIF, con quienes es indispensable trabajar a fin de evitar que el hambre prive el derecho de cada persona a una vida saludable y de ser un miembro productivo de la sociedad”.
De acuerdo a datos del gobierno federal, en un censo aplicado a menores de cinco años, una cantidad cercana a los 200 mil niños y niñas padecen severos problemas de desnutrición y se ubican primordialmente en municipios de la región sur de la entidad como Coatepec Harinas, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, San Felipe del Progreso, Sultepec, Villa Guerrero, Villa Victoria y San José del Rincón.
Un caso aparte es el municipio de Chimalhuacán, calificado como el municipio urbano más marginado del país, 53 por ciento de su población vive con menos de dos salarios mínimos al día y 90 por ciento lo hace con menos de cuatro.
Para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), es el antepenúltimo lugar de todos los municipios urbanos del país en cuanto a desarrollo humano. Y 66.47 por ciento de su población vive en estado de hacinamiento, lo que presupone una alimentación precaria.
Para el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, el Estado de México ocupa el segundo lugar a nivel nacional en el número de niños menores de cinco años con desnutrición sólo detrás de Chiapas. Además que en el Edomex, la desnutrición afecta a 7.7 por ciento en menores que estudian el primer grado de primaria.
El propio departamento de epidemiología del Instituto de Salud en el Estado de México señaló que de 2007 a la fecha, a nivel nacional el 5 por ciento de los niños menores de cinco años presentó bajo peso, mientras que el 12.7 baja talla.

México desperdicia 10 millones de toneladas de alimentos

De acuerdo a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, en el país se desperdician 10 millones de toneladas de alimento al año, con la que se pueden cubrir las necesidades de 19.8 millones de mexicanos en pobreza alimentaria.
Además, se acepta por parte de dicha dependencia que sólo se recuperan alrededor de 108 mil (1.8 por ciento del total) que son distribuidas en los 67 bancos de alimentos del país.
Los alimentos no perecederos: arroz, habas, lentejas y frijoles son los principales que se tiran a la basura, cuando pueden otorgarse a comunidades rurales e indígenas de mayor pobreza que se ubican en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Yucatán.
Los Bancos de Alimentos reparten esos productos, diariamente, a un millón 100 mil personas de todo el país, quienes pagan 10 por ciento del valor comercial de esos básicos.
Según la Encuesta Nacional de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública, 13 por ciento de los niños mexicanos -1 millón 400 mil-, padecen anemia crónica. Entre los escolares de instituciones públicas, 21 por ciento de los niños de primaria y 14 por ciento de secundaria, también la sufren por falta de consumo suficiente de zinc, hierro, vitaminas y ácido fólico.

Aumenta la hambruna mundial

– Brasil desperdicia al año unas 70 millones de toneladas de alimentos, con una pérdida del 64% de lo que se planta por un mal manejo de la cadena productiva y hábitos de alimentación.
– Colombia desperdicia unos 15 millones de toneladas, según el informe de la FAO, que tiene en Santiago su oficina regional para América Latina.
– Los casos de desnutrición crónica afectan a 49 por ciento de los niños menores de cinco años, en zonas pobres en los países subdesarrollados.
– Al terminar el 2009, el hambre alcanzará una cifra cercana a los mil 20 millones de personas en el mundo.
– El hambre se divide, según la FAO, en 642 millones de personas en la zona de Asia-Pacífico con hambre crónica; en África del Sur, por debajo de la línea del Sahara, con 256 millones, mientras que en América Latina y el Caribe suman 53 millones.

Fuente. FAO, ONU.