El próximo domingo (5 de abril) inicia el Horario de Verano, un cambio en las horas de sueño que afecta a muchas personas.
Para las personas en Estados Unidos y otros países, llegó esa época del año, el momento de adelantar sus relojes una hora, perdiendo una preciada hora de sueño en el proceso, señala Josehp Mercola, en un interesante artículo sobre esta modalidad.
Para muchos, agrega, este cambio relacionado con el Horario de Verano, también significa pasar más días e incluso semanas sintiéndose cansado.
Refiere que Prevent Disease realizó “Un estudio, publicado en el 2007… (que) combinó encuestas de 55 mil personas del centro de Europa con información de los patrones de sueño y vigilia durante ocho semanas de 50 individuos sobre los cambios con respecto al cambio de horario.
Los investigadores hallaron que las personas jamás ajustaron por completo su ritmo circadiano con ese cambio relacionado con el Horario de Verano.
Sin embargo, “encontraron que este cambio de horario fue más difícil para los noctámbulos -personas propensas a despertarse y dormirse tarde”.
Este horario tiene como finalidad darle más acceso a las horas de luz, por lo tanto, reducir costos de energía y promover las actividades saludables al aire libre y durante casi un siglo los países alrededor del mundo han adelantado sus relojes una hora en verano y la han retrocedido en otoño.
Pero ¿realmente vale la pena? No parece haber una buena razón para hacer esto hoy en día y muchos países y regiones dentro de los países han optado por no participar en tal cambio.
Los lugares que no cuentan con él incluyen la parte norte de Brasil, Saskatchewan (Canadá), gran parte de Australia, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Hawái, Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte y el Estado de Arizona.
La investigación es bastante clara sobre los efectos para la salud de esta intromisión en el tiempo. En resumen: no es bueno para usted y aumenta su riesgo de ataques cardíacos y suicidio durante los días siguientes al Horario de Verano.
Los efectos adversos para la salud de perder una hora de sueño al adelantar su reloj una hora y el efecto dominó que causa durante los días y semanas después son significativos y realmente resaltan la importancia del sueño para el funcionamiento físico y mental.
El “fenómeno cardíaco del lunes” ha sido reconocido desde ya algún tiempo. Ocurren más eventos cardíacos los lunes que cualquier otro día de la semana y los cambios en el sueño relacionados con la transición del fin de semana al inicio de la semana laboral podrían desempeñar un papel significativo.
Cuando se añade el Horario de Verano en esta mezcla, el riesgo tiende a volverse aún más pronunciado. Un estudio realizado en el 2012 encontró que los ataques cardíacos aumentaron 10 por ciento el lunes y martes, días siguientes al cambio de horario. Los ataques cardíacos se redujeron un 10 por ciento el primer lunes y martes después de regresar una hora en otoño.
De acuerdo con el autor del estudio, Martin Young, “Los individuos que tienen privación de sueño pesan más y tiene un mayor riesgo de desarrollar diabetes y ataques cardíacos.
“La privación del sueño también puede alterar otros procesos del cuerpo, incluyendo la respuesta inflamatoria, que, a su vez, puede contribuir con un ataque cardíaco”.
Un estudio, realizado anteriormente, encontró un aumento de 5 por ciento en los ataques cardíacos en los primeros tres días después de la entrada del Horario de Verano. El riesgo se redujo, nuevamente, después de que los relojes fueron retrasados una hora al Horario de Otoño.
Kazajstán abolió este horario en el 2005, citando las complicaciones de salud como la razón de su decisión. En el 2011, el presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, también lo canceló debido a que causa “estrés y enfermedades” en el reloj biológico humano.
Los estudios demuestran que el Horario de Verano causa todo un impacto económico debido a la pérdida de la productividad. Cuando se considera que esto sucede una vez al año, el efecto acumulativo en la productividad probablemente sea muy significativo.
De acuerdo con Till Roenneberg, cronobiólogo alemán, su reloj circadiano (que es programado por la luz del día y por la oscuridad) jamás se ajusta por completo por la hora “extra” de luz solar al final del día durante el Horario de Verano. Por lo que, en realidad usted permanece un poco “inactivo” durante todo este horario.
“La consecuencia de eso es que la mayoría de la población tiene una drástica disminución en productividad, calidad de vida y un aumento en su susceptibilidad a las enfermedades y la sensación de cansancio,” dice Roenneberg.
La información de US National Institute for Occupational Safety and Health también muestra un aumento en el número y severidad de accidentes en el trabajo el primer lunes del Horario de Verano.
De acuerdo con un estudio, publicado en el 2009, los accidentes y lesiones en el trabajo aumentan el primer lunes de ese horario. Los accidentes de tráfico fatales relacionados con el alcohol crecen durante la primera semana de haber ajustado los relojes.
A todas estas consideraciones de dicho horario, relacionadas con la salud, se agregan las referentes a los supuestos beneficios económicos que tampoco son reales, según se ha documentado, tanto en nuestro país como en el resto de países que lo aplican.
Por lo anterior, este es el consejo que da: “Mi estrategia y la que lo invito a adoptar es comprometerse seriamente a tener un largo sueño de alta calidad”.
El profesor asociado de la Universidad de Alabama, Martin Young, sugiere las siguientes estrategias naturales para ayudar a su cuerpo a volver a sincronizar el cambio: Despertarse 30 minutos más temprano el sábado y domingo para minimizar el impacto de hacerlo más temprano el lunes; salir a tomar el sol por la mañana; hacer ejercicio por la mañana, incluso los fines de semana, de acuerdo a su nivel y salud física, y considerar adelantar el reloj desde el viernes por la noche, teniendo un día extra para ajustarse al nuevo horario durante el fin de semana.
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