Nubarrones en la República. La noche de Nochixtlán, es una tormenta, de truenos y relámpagos. Resultó tenebrosa. El drama violento fue de día; pero oscureció el ánimo y el temor invadió. En Nochixtlán fue el suceso que terminó con 8 personas muertas, por armas. Ocurrió tras llegar la Policía Federal. Y la interrogación flotó en el aire ¿Quién disparó?
El escenario es de Oaxaca. Los protagonistas son la CNTE, la famosa Coordinadora de maestros. Es una agrupación magisterial con poder político en varios estados, como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán. Tiene poder económica porque tiene el control del sector educativo, maneja el empleo y las plazas. También en lo político se ostenta e identifica con la izquierda. Hasta con grupos de guerrilleros tiene conexión.
Su estrategia es virulencia y violencia. Marchas, plantones, agresión física, queman autobuses, los secuestran, toman carreteras, toma plazas. Suman años en esa actitud. La impunidad es su práctica. Con la Reforma Educativa se acentuó la confrontación, contra el gobierno Federal y locales. Emilio Chuayffet, fue Secretario de Educación Pública y en 27 entidades se instaló la Reforma. Fue sustituido por Aurelio Nuño. Pregonó “la mano firme” como conducción.
El pasado 19 de junio el gobierno estatal y el federal, enviaron la policía para desalojar el plantón, que por varios días la CNTE tuvo para bloquear la carretera estatal. Y el reporte oficial dice que la policía fue emboscada. Murieron 8 personas que no eran policías ni maestros. Se abrió una investigación. Y se abrió el gobierno, a un diálogo, en la Secretaría de Gobernación. Al frente Miguel Angel Osorio Chong. Y volvieron a bloquear carreteras.
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