POR: Rafael Cienfuegos Calderón
El Congreso de la Unión debe generar condiciones para constituir un gran acuerdo nacional político, económico y social, con empresarios y trabajadores para propiciar condiciones que lleven a la recuperación salarial, desaparecer la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) y crear el Instituto Nacional de Salarios Mínimos con un consejo autónomo que no dependa del Presidente de la República.
Para acabar con la política “discrecional, vertical y autoritaria” que predomina en la Conasami y superar la falta de fundamentos legales y técnicos con que se determinan anualmente los salarios mínimos, es preciso reformar el artículo 123 de la Constitución.
El diputado Arturo Santana Alfaro (PRD) presentó una iniciativa de reforma a dicho artículo con el propósito de detener su caída y estancamiento e iniciar su recuperación de forma gradual pero sostenida.
El instituto que propone crear tendría autonomía técnica y analizaría los factores que intervienen en la determinación de un salario constitucional: inflación, precio de la canasta básica, líneas de pobreza establecidas por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, productividad, crecimiento económico, generación del empleo y cualquier otro que incida en el costo de la vida.
El vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara argumentó en su iniciativa de reforma al artículo 123 que la Conasami no tiene razón de existir; la función de definir los salarios mínimos está delegada al Consejo de Representantes que “es dirigido por el presidente de la Comisión, nombrado por el Presidente de la República”.
Con los cambios, los salarios mínimos se establecerían cada año y podrán revisarse e incrementarse en cualquier momento en el curso de su vigencia con fundamentada justificación y de conformidad con la ley, a propuesta del Instituto Nacional de los Salarios Mínimos.
Comentarios Cerrados