De acuerdo a David Cabrera, Business Development & Planning Manager Network Power de Emerson, en el último año no fue el mejor para los negocios en Latinoamérica. Los escándalos de corrupción, la caída de los precios de las materias primas y la desaceleración de la economía china provocaron que la mayoría de los indicadores económicos sufrieran una caída en espiral. Sin embargo, cabe destacar que el entorno económico desafiante no ha detenido a los consumidores de tecnología. Cuando uno visita bares o restaurantes en las ciudades más grandes probablemente será testigo de un amplio uso de teléfonos inteligentes.
Para ponerlo en perspectiva, un estudio reciente de eMarketer reveló que 156 millones de suscriptores móviles se pasaron a un Smartphone en Latinoamérica, lo cual representa una tasa de penetración del 39%.
Según The Competitive Intelligene Unit (CIU), al cierre del primer trimestre del año, se contabilizaban 108.96 millones de líneas móviles, de las cuales el 73.4% corresponden a dispositivos inteligentes. Esto representa a 79.98 millones de dispositivos en funcionamiento, es decir, el 34.7% más respecto al mismo periodo del 2015. Con ello, se estima que la adopción de teléfonos inteligentes en México cerrará el 2016 con un 82.7% de las líneas móviles.
Por esa razón, no debería ser una sorpresa que las tazas de utilización de YouTube y Facebook en Latinoamérica, y sobre todo en México, sean similares a aquellas de los países desarrollados. Desde el punto de vista de tecnología, el aumento en el uso de aplicaciones móviles impulsa un incremento sin precedentes del tráfico de datos.
Dado el escenario económico en el cual el crecimiento de las ventas es poco probable, las compañías no pueden escapar a la presión para reducir costos. Por consiguiente, muchos profesionales de TI van a tener que hacer más con menos recursos. De hecho, los directores de tecnología que entienden y articulan los beneficios financieros de las tecnologías emergentes podrán impulsar los proyectos y definir el futuro de sus negocios: la verdad es que la infraestructura de TI puede ser un área en la cual las ineficiencias no se notan hasta que alguien empieza a ponerles atención.
Entonces, ¿cuáles son las tecnologías que pueden mejorar los costos operativos de las organizaciones? Un estudio reciente de TSO Logic confirmó que en un centro de datos promedio, el 30% de los servidores están «en coma»; es decir, que estos dispositivos consumen electricidad pero no producen resultados. Esto se debe a que la mayoría de compañías todavía tienen servidores relativamente antiguos en sus centros de datos.
En otras palabras, los servidores son el componente perfecto de la infraestructura para empezar a buscar ineficiencias. Las compañías que se abren a la posibilidad de migrar algunas de sus aplicaciones a la nube pueden eliminar los servidores antiguos y aprovechar el modelo de infraestructura cómo servicio.
Gracias a este modelo se puede generar un ahorro sustancial, especialmente en centros de datos en los cuales las cargas de TI oscilan de manera significativa. Una de las ventajas de las arquitecturas con base en la nube es que pueden abastecerse según sea necesario, lo cual evita realizar inversiones de capital significativas. Aunque, por otro lado, las compañías que no pueden mover sus aplicaciones a la nube por un asunto de confidencialidad pueden invertir en la virtualización de sus servidores. Y, si sus servidores ya están virtualizados, la siguiente generación de plataformas hiperconvergentes, y más adelante la FlexConvergencia, podrían ser una alternativa interesante.
Estas plataformas integran el procesamiento, almacenamiento y redes en un solo equipo con una capa unificada de gestión con software. No obstante esta tecnología todavía está en su fase de maduración, por lo que los analistas esperan que crezca exponencialmente en los siguientes años.
El gran aumento del costo de la electricidad en la mayoría de economías latinoamericanas fundamenta la necesidad de modernizar los servidores. El pasar aplicaciones a la nube puede ser un primer paso para lograrlo, pero se debe tomar en cuenta que hay otras alternativas para llevar su ahorro de energía al siguiente nivel. Una tecnología que está ganando tracción entre los gerentes de centros de datos grandes es el free-cooling. En esencia, el free-cooling consiste en aprovechar las temperaturas bajas del exterior para enfriar los servidores de TI.
En Latinoamérica, la tecnología de free-cooling puede reducir el consumo de energía del centro de datos en hasta un 40% según las condiciones climáticas de la ciudad y la arquitectura del centro de datos. Algunas de estas tecnologías, además, ayudan al medio ambiente pues gracias al refrigerante bombeado no utilizan agua. Entre las diferentes tecnologías disponibles de free-cooling, las que evitan la inserción directa del aire externo en los centros de datos son más seguras por obvias razones. Aunque invertir en free-cooling normalmente tendrá un retorno en menos de cinco años, no todas las compañías pueden financiarlo con la recesión actual.
No obstante, esto no significa que no puedan tener acceso a esta tecnología innovadora. Los proveedores líderes de coubicaciones ya tienen tecnología de free-cooling instalada en sus sitios y está disponible para sus inquilinos. Las principales firmas de coubicaciones también ofrecen un acceso seguro a las nubes públicas y privadas más extensas del mundo. En otras palabras, al poner los servidores en coubicaciones los directores de TI pueden lograr un buen balance entre ser dueños de la infraestructura y las actividades tercerizadas con una confiabilidad de clase mundial y costos operativos eficientes.
En esencia, vemos un cambio de paradigma en el mundo tecnológico. Hace diez años, las compañías tenían que escoger entre gastar millones de dólares o usar una infraestructura de TI de baja de calidad. Ahora, las compañías no tienen que comprar la infraestructura de TI más cara para acceder a las más modernas tecnologías. En un mundo en el cual «todo es un servicio» una estrategia de TI bien pensada le permitirá a las compañías reducir los gastos de capital iniciales y aun así lograr costos operativos muy efectivos. Otro cambio clave en el paradigma es que estas nuevas tecnologías se pueden adoptar de una forma gradual.
Si la organización no tiene el conocimiento técnico, se puede asociar con una compañía de computación en nube o coubicación de confianza y mitigar varios riesgos de implementación. Si, las condiciones del mercado son difíciles en la región, pero los latinoamericanos somos conocidos por nuestro ingenio ante la adversidad. Invertir en eficiencia siempre es bueno para los negocios y, al maximizar la infraestructura de TI, los directores de TI, quienes buscan alcanzar una alta productividad, ayudarán a sus compañías a conservar el talento, mantener los niveles de servicio de los clientes y proteger la rentabilidad.
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