La construcción del primer tramo del Túnel Emisor Oriente (TEO), cuya conclusión fue acelerada en la presente administración federal del Presidente Enrique Peña Nieto, ha permitido un mejor manejo de las aguas residuales y pluviales de la zona oriente de la ciudad de México, con lo que se redujeron los riesgos de inundaciones, aseveró David Korenfeld, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Al participar en el Cuarto Congreso Mexicano de Ingeniería de Túneles y Obras Subterráneas, David Korenfeld informó que el primer tramo del TEO es una obra fundamental, debido a que en 2014 ha permitido enfrentar lluvias que, en otras condiciones, hubieran ocasionado inundaciones mayores para esa región del país.
Explicó que desde el inicio de sus operaciones, en junio de 2013, el primer tramo del TEO —que opera de manera independiente al resto de la obra de 52 kilómetros de longitud y 7 metros de diámetro, que está en construcción— ha desalojado de manera más eficiente las aguas pluviales de la zona oriente del Valle de México.
Por ello, reconoció la labor coordinada que realizan el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, de la Conagua, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la Comisión del Agua del Estado de México, quienes mantienen la adecuada operación de las diversas obras que integran el complejo sistema de desagüe de esa zona del país.
Precisamente, para complementar ese gran sistema e incrementar la capacidad de desalojo, profundizó, la Conagua construye otros túneles más, con una longitud total de más de 96 kilómetros y una inversión de alrededor de 38 mil millones de pesos.
Esos túneles son: Canal General, Churubusco- Xochiaca, Chimalhuacán II, Túnel Emisor Poniente II, Dren General del Valle y Emisor Oriente.
Adicionalmente, Conagua complementa el sistema hidrológico del Valle de México con diversas obras que incrementarán la zona de captación de agua de lluvia en mil hectáreas, las cuales almacenarán el agua que no se pueda desalojar por el sistema de drenaje y, con ello, también reducirán los riesgos de inundación.
Así, aumentará la capacidad de manejo del agua de 13 millones de metros cúbicos a 38 millones de metros cúbicos, lo que representa un incremento cercano al 200% en la zona oriente.
Finalmente, subrayó que para afrontar las lluvias, que cada vez más abundantes y en periodos más cortos, las grandes ciudades deben estar mejor preparadas con túneles de gran magnitud que permitan la eficiente operación de los sistemas de drenaje y, con ello, faciliten brindar a la población más seguridad frente a los fenómenos hidrometeorológicos. r
Comentarios Cerrados