México debe trascender la visión cortoplacista, predominante en muchos partidos políticos, y promover auténticas reformas estructurales que impulsen políticas públicas a fin de mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Así lo manifestó el presidente nacional de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, quien aseveró que sin embargo también existen retrocesos en las modificaciones, y afirmó que se dejó pasar una excelente oportunidad para aprobar una ley electoral que velara en su totalidad por el interés público.
El dirigente aliancista sostuvo que hay una intervención federal en la soberanía estatal desde el momento en que el Instituto Nacional Electoral podrá atraer procesos electorales locales, sin dejar claro cómo va a suceder esto.
Agregó que también se castiga la pluralidad, porque se limita a las minorías a tener representación mediante los mecanismos de sobrerrepresentación y subrepresentación, que son formas artificiales de castigarla.
Castro Obregón aseveró que Nueva Alianza tiene una expectativa de crecimiento que se fundamenta en datos reales. Dijo que actualmente, a dos semanas de concluir el plazo para la afiliación, la cual será validada por el Instituto Federal Electoral, existen más de 400 mil militantes en todo el país.
Luego de reconocer los avances democráticos incluidos en la reforma política recién promulgada, como la inclusión de la igualdad sustantiva, el presidente nacional de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, aseveró que sin embargo también existen retrocesos en las modificaciones, y afirmó que se dejó pasar una excelente oportunidad para aprobar una ley electoral que velara en su totalidad por el interés público.
En ese sentido, subrayó que México debe trascender la visión cortoplacista, predominante en muchos partidos políticos, y promover auténticas reformas estructurales que impulsen políticas públicas a fin de mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
El presidente del Panal opinó que la reelección de los legisladores no fue una demanda ciudadana sino una propuesta por interés de los partidos políticos. Manifestó que genera una distorsión porque privilegia la gestión, y cuando ello sucede ésta se subordina al Ejecutivo, debido a que es quien autoriza los recursos necesarios para atender dicha gestión.
Sentenció que la revocación de mandato también es polémica, porque durante el periodo de administración del gobernante local, la actuación del político estaría concentrada en que su gestión pase el “aplausómetro”, cuando su función debe centrarse en hacer obras en beneficio de la ciudadanía, y éstas no siempre pasan esa prueba. Entonces, opinó, el político se va a dedicar en su periodo a quedar bien y no se va a atrever a tomar decisiones que sean claramente benéficas pero que pongan en riesgo su continuidad.
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