Lo que mal empieza, mal termina. Esta sentencia viene como anillo al dedo a la 16 Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16), a celebrarse en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre venidero, a la que se espera asistan representantes de 194 países para discutir mucho y acordar nada sobre el instrumento que debe sustituir al Protocolo de Kyoto al expirar en 2012.
Faltan las condiciones necesarias para adoptar un nuevo instrumento que venga a sustituir al Protocolo citado, durante la próxima Cumbre Mundial de Cambio Climático de Cancún, aceptó la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.
El propio Juan Elvira, titular de la Semarnat, en sus viajes al extranjero ha descartado que se vaya a conseguir un acuerdo final en Cancún, pero ha insistido en la necesidad de cerrar medidas operacionales, según las agencias internacionales de noticias.
Los gobiernos de los países integrantes de la Unión Europea (UE) desean un acuerdo vinculante que sustituya el Tratado de Kyoto, por lo que están dispuestos a mejorar su propuesta, es decir, pasar de 20,20 y 20 a 30, 30 y 30, la reducción de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEIs) y el consumo de combustibles fósiles, así como generar 30 por ciento de la electricidad limpia, alternativa y amigable con el Medio Ambiente, como lo sugirió Yvo de Boer.
Sin embargo, Estados Unidos, que es la voz cantante en todo, tiene la sartén por el mango y mientras no le convenga, no habrá acuerdos sobre la reducción de esos gases que producen el Cambio Climático.
Al respecto, el ex secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, asegura que la COP16 será un fracaso, por lo que esa cumbre mundial climática debiera posponerse unos 3 mil años, quizá para entonces, puedan entenderse y firmar un acuerdo vinculante.
Por su parte, el grupo de países denominado BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China) nunca dicen que no, pero no dicen cuando. Al encararlos dicen que sí apoyarán las propuestas para encontrar sustituto de Kyoto. Así lo prometieron para la COP15 y también para la COP16, pero luego dicen lo contrario, porque únicamente persiguen sus intereses: Llegar a ser países del primer mundo, desarrollados, y sin tener que preocuparse por lo que contaminen en ese proceso, tal cual lo hicieron las naciones más industrializadas.
Mientras que Estados Unidos y BASIC no lleguen a un acuerdo verdadero, todo continuará empeorando, toda vez que la recomendación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) era que no se rebasaran las 350 partes por millón de GEIs en la atmósfera. Sin embargo, para enero pasado, esa cifra había quedado muy atrás al alcanzarse 388.63 ppm.
A pesar de todo lo anterior, el gobierno ha exagerado su confianza en conseguir grandes acuerdos en la COP16. Esa actitud se debe a que ha pedido la solidaridad de las naciones que participarán para alcanzar un acuerdo vinculante respecto a la reducción de las GEIs para 2020 y 2050.
Ante esa situación, el Reino Unido solicitó a México que tuviera mayor cordura y que no exagerara las cosas, porque una cosa eran los deseos y otra, muy distinta, los acuerdos vinculantes que se puedan tener en materia del sustituto del Protocolo de Kyoto.
Otra de las cosas que preocupan a los especialistas en la materia y que los hace dudar sobre un posible triunfo en Cancún es que en la reunión de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Bonn, Alemania, finalizó con más retrocesos que avances.
En el último acuerdo, previo a la COP16, efectuada en China, del 4 al 9 del mes en curso, en la que participaron 177 países, hubo mucho ruido y pocas nueces. Los países desarrollados y emergentes no llegaron a un acuerdo respecto al instrumento que sustituirá al Protocolo de Kyoto, cuando éste concluya en 2012. Así que el panorama para Cancún es muy desalentador.
Los objetivos de reducción de las emisiones de GEIs de los países industrializados deben ser «revisados considerablemente al alza» en la COP6, toda vez que están muy lejos de las expectativas de las naciones en desarrollo, afirmó la semana pasada el negociador chino para el clima, Su Wei. Estados Unidos es un mal ejemplo en materia de clima y para llegar a un resultado equilibrado en la conferencia de Cancún, los objetivos de reducción de tales emisiones de los países desarrollados deben ser discutidos, agregó.
En México, donde prácticamente todos los funcionarios se echan la pelota, da la impresión de que nadie quiere hacerse responsable de esta papa caliente. El fracaso lo tendrá que cargar alguien, SRE o Semarnat.
Mientras son peras o manzanas, ante Espinosa, Elvira y Bruno Ferrari, secretario de Economía, la titular de la Secretaría de Turismo, Gloria Guevara Manzo, dijo sin ambages: El que México sea sede de la COP16 es una gran oportunidad para promover el turismo. Es una oportunidad para mostrar lo que somos, lo que tenemos y lo que ofrecemos.
¿Condenada al fracaso la cumbre de Medio Ambiente?, artículo de @MiAmbiente Nudo Gordiano, en Cancún: http://www.miambiente.com.mx/?p=7257