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Nueva Santa Fe en el oriente del Valle de México

Desde hace muchos años se decía que la zona oriente del Valle de México estaba muy abandonada y sumida en la miseria y que, por justicia, debería llevarse progreso para que fuera igual o mejor que la región de los millonarios: la poniente. Así que debería hacerse la nueva Santa Fe Oriente. Entonces nadie le entró y fue necesario que llegara al gobierno federal, un hombre como Enrique Peña Nieto, que tuviera las agallas, decisión y voluntad política para llevar al cabo ese proyecto, del que se ha investigado mucho y publicado muy poco.

Basta echar una ligera mirada a Reforma, Santa Fe e Interlomas y comparar con lo que se tiene en Iztapalapa, Tláhuac, Chalco y Nezahualcóyotl, entre otros, para darse cuenta de la gran injusticia social y retrógrada distribución de la riqueza, según el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad.

Entre las propuestas del estudio se encuentran llevar a la zona oriente las inversiones, desarrollar proyectos y crear toda la infraestructura necesaria para que nada detenga el despegue económico y se creen las fuentes de trabajo necesarias para que esa gente ya no tenga que atravesar toda la ciudad para ir a su trabajo y de regreso a su casa.

Con antelación al anuncio oficial de la realización del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) ningún corporativo extranjero habría dejado su sede en Santa Fe para establecerse en Ecatepec, Chimalhuacán u otro municipio de la esa parte del Valle de México, según académicos del Programa Universitario de Estudios Metropolitanos de la UAM.

Ahora, la construcción de la nueva central aérea, cuya primera etapa está programada para arrancar el próximo mes, con una inversión de más 169 mil millones de pesos –la segunda parte es otra cosa–, junto con otros proyectos estratégicos detonará desarrollo, economía, competitividad y el empleo.

Según las cifras, con la inversión para la primera etapa de la terminal aérea se dará empleo directo a 160 mil personas y a unas 400 mil indirectamente.

Las inversiones multimillonarias que llegarán a dicha zona servirán para acabar con el abandono en que se encuentra; se convertirá en un polo deslumbrante y primer mundo, pero con toda seguridad que la pobreza de la gente, esa solamente cambiará de sitio, será expulsa y colocada en sitios más lejanos y baratos que puedan pagar, porque donde moran ahora, se encarecerá porque pasará a ser una economía terciaria.

Por lo tanto, cada vez se verá mayor construcción de calles, viviendas, edificaciones para comercio, oficinales y, sobre todo, infinidad de bodegas, hoteles, bares, cantinas y restaurante, entre otros.

Si solamente la construcción de la primera etapa del aeropuerto superará los 169 mil millones de pesos, solamente imagínese lo que constará la obra completa y la millonada que invertirá la iniciativa privada para hacer negocios en la región.

TREN EXPRES
Para conectar a una de las zonas más poderosas con lo que será el nuevo aeropuerto, el gobierno federal anunciará próximamente, una inversión superior a los 16 mil millones de pesos para construir lo que sería el Tren Exprés de Polanco al NAICM.

Entre otras obras que se proyectan, se encuentran: Una que irá directamente del NAICM a Toluca, un enlace con el Viaducto, una conexión con el Poniente, a través del arco Oriente se tendrá una conexión con Cuernavaca y Acapulco, ampliación para entrelazar Eje Metropolitano y Circuito Exterior Mexiquense.

También se tendrá conexión con Puebla y Veracruz a través de la modernización del Circuito Exterior Mexiquense. En breve, se iniciará la construcción de la autopista de “segundo piso” México-Puebla y también se haría lo mismo para acortar distancia y tiempo con Acapulco.

Se habla de hacer 12 puentes para romper con cuellos de botella que hacen lenta la circulación, además, se ampliarán 4 líneas del Metro y posiblemente se reviva el proyecto de hacer tres nuevos líneas ferroviarias intermunicipales que terminen en el puerto aéreo.

Se hará una conexión del nororiente con el nuevo aeropuerto, principalmente de Ecatepec, que es el municipio más poblado de México y habrá otra con Pantitlán. Pantitlán y Periférico Oriente se conectarán con el sur del Valle de México, el Mexibús Vía Morelos se extenderá al NAICM, el norte y centro del DF se conectarán con la terminal a través de la línea 6 y 4 del Metrobús.

Pachuca, Querétaro y Bajío se conectarán con el NAICM, a través del Eje Metropolitano Estado de México y dos vías más. Todas esas vías de comunicación y transporte servirán para trasladar a cientos de miles de trabajadores, mercancías y 52 millones de pasajeros al año que harán uso del nuevo aeropuerto.

PROBLEMÁTICA MEDIOAMBIENTAL
Según el Programa Universitario Sobre la Ciudad, el Valle de México es una de las regiones del país con más devastación medioambiental por las atrocidades ecológicas que se cometieron desde la conquista, crecimiento poblacional desmedido, utilización de algunos ríos como cloacas y el taponamiento de otros, sobre todo, aquellos que desembocaban en lo que fuera el Lago de Texcoco, con la finalidad de desecarlo.

Ahora, entre los problemas más grave que tiene el Valle de México y en especial la zona oriente son: sobreexplotación de los acuíferos, muy escasa recarga y excesiva contaminación de los mismos. Desde luego, está la escasez del agua.

En el año 1600, lo que es ahora el Estado de México, los cuerpos de agua alcanzaban 88 mil hectáreas y para el 2002, con trabajos llegaban a 5 mil 342.

Muy poca masa forestal, avance importante de erosión de suelo, contaminación de los mismos por diversos productos, desde desechos sólidos, cascajo, peligrosos y hasta los lixiviados de los 4 basureros Neza.

Por ejemplo la superficie forestal en Iztapalapa alcanza 2.8 metros por habitante y lo recomendado por la ONU es de 16 m3. Ahora bien, Tláhuac tiene 0.3 metros cuadrados arbolado por habitante. Y por lo que toca a los 59 municipios conurbados y que forman parte del Valle de México, cuentan con 27 Áreas Naturales Protegidas.

Por lo que toca a la polución del aire, ésta es muy alta pues por el oriente hay excesiva circulación vehicular, actividad fabril, ladrilleras y tabiqueras que envenenan la atmósfera.

Según el Gobierno del Distrito federal (GDF) estima que la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) genera al año, 1.5 millones de toneladas de monóxido de carbono, 591 mil toneladas de ozono, 188 mil toneladas de óxidos de nitrógeno, 24,169 toneladas de partículas menor a 10 micras 5,499 toneladas de partículas menor 2.5 micras.

Además, acabar con ríos, lagos y la sobreexplotación del agua subterránea lleva al constante hundimiento diferenciado de la zona; en algunos sitios es de hasta 40 centímetros por año.

En lo que se refiere a la generación de residuos municipales, en la ZMVM se producen diariamente 21 mil toneladas; 15 mil 134 corresponden al DF, 5,866 a los municipios del Estado de México e Hidalgo.

Sobre los residuos de construcción que también son considerados peligrosos, el DF genera 5,076 toneladas diarias y el Edomex, 5,059. En lo se refiere a los desechos electrónicos, la ZMVM produce 579 mil 501 toneladas al año.

La ZMVM tiene una mayor generación de residuos pecuarios (1´357,379 ton/año) con respecto a los agrícolas (94,453 ton/año).

Los riesgos por la generación de residuos industriales es un problema en la ZMVM, pues estimaciones gubernamentales afirman que asciende a 4.3 millones de toneladas anuales. Entre el DF y algunos municipios mexiquenses se distribuyen 184 mil barriles diarios de crudo en una red de 178 kilómetros de oleoductos y 400 millones de pies cúbicos de gas en una red de 416 kilómetros de gasoductos.

Por lo que toca a la generación de dióxido de carbono equivalente, la zona contribuye con 382 millones 702 mil 100 toneladas al año. Ante panorama desolador, los gobiernos de los tres niveles tendrán que invertir muchos miles de millones de pesos en mejorar las condiciones medioambientales de la zona oriente del Valle de México.

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