México ocupa el segundo lugar, a nivel mundial, en sobrepeso y obesidad. Sólo lo supera Estados Unidos. La principal causa de este fenómeno, que afecta lo mismo a la familia que a la infraestructura médica nacional, es el estilo de vida, adoptado por la población en las últimas décadas.
Desde principios de esta década, las autoridades de Salud (SSA) elevaron a rango de prioridad nacional este problema, ante su evidente crecimiento, a nivel nacional, aunque más visible en los medios urbanos.
Al mismo, tiempo, surgieron sistemas, programas y muchas clínicas, avocadas a enfrentar la obesidad, tanto infantil como en la población en general, para contener su crecimiento.
Lo mismo especialistas en atender desórdenes alimenticios entraron en acción e investigadores desplegaron amplios espacios a analizar el problema y proponer soluciones adecuadas a cada caso particular.
Actualmente, la política antiobesidad incluye a los centros educativos de nivel básico donde se busca controlar la venta de productos comerciales, llamados popularmente chatarra, en las cooperativas escolares para sustituirlos por alimentos más sanos.
CLINICAS ESPECIALIZADAS
Durante la conmemoración del Día Mundial de la Salud, el pasado miércoles 7, el titular de la SSA, José Angel Córdova Villalobos, anunció que la dependencia abriría, en lo que resta del sexenio, al menos, 75 nuevas clínicas especializadas en la atención a estos problemas y a la diabetes.
Actualmente, existen 45 unidades de este tipo, por lo que el 2012 serían 120.
Córdova Villalobos hizo el anuncio durante la presentación del libro “La Obesidad, Perspectivas para su Comprensión y Tratamiento”, donde expuso que los problemas de salud provocados por el exceso de peso, difícilmente se resolverán en un corto plazo.
Ante esta realidad, dijo que lo más adecuado es un cambio cultural en materia de salud para que las personas se responsabilicen de sus estilos de vida y sepan qué es lo que deben consumir y lo que no debe hacerlo.
Advirtió que menos del 15 por ciento de los padres de niños obesos están conscientes de ese problema que aqueja a sus hijos.
SE DISPARA OBESIDAD, EN ADULTOS
Mauricio Hernández, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, informó que entre 1992 y 2006 aumentó 10 por ciento la obesidad entre adultos, a nivel general. Pero en el grupo de entre 20 a 34 años, el incremento llegó hasta 35 por ciento.
«Esto significa una mala noticia para el país porque implica un gran pasivo de enfermedades para nuestro ya sobrecargado sistema», señaló.
Asimismo, advirtió que «México está obeso y es responsabilidad de los profesionales de la salud contribuir a la solución de este importante problema».
Autoridades de Salud (SSA) atacarán, de frente, el problema de obesidad y sobrepeso en el país.
Herencia y familia
Verónica Vázquez, sicóloga de la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de la Nutrición (INN), al igual que otros especialistas, sostienen que, además de las cuestiones genéticas que propician el sobrepeso infantil, se debe tomar en cuenta el ambiente familiar, factor que determina que alguien enfrente obesidad.
Explica que existen estudios que demuestran que los miembros de una familia tienen preferencias similares en los alimentos que ingieren y donde, por lo menos, uno de los miembros registra obesidad, los demás corren un riesgo considerable de desarrollar sobrepeso y conductas alimentarias anormales.
Sostiene que, actualmente 77 por ciento de los niños con sobrepeso se convierten en adultos obesos, dato que avalan organizaciones sociales y médicas, como la página TodoEnObesidad.org
Reto de la SEP
Autoridades educativas enfrentan ahora un fuerte reto: modificar la alimentación infantil y promover la educación física para que niños y jóvenes cuenten con más actividad que les ayude a gastar las calorías obtenidas por la alimentación diaria que reciben en sus hogares y en los mismos planteles educativos. En esta estrategia entran las cooperativas escolares que tendrían que modificar sus ofertas alimentarias para el recreo, incluyendo los refrescos, a los que senadores piden aumentar su precio para desincentivar su consumo.
Globalización y salud
Uno de los factores que incidieron con fuerza en las modificaciones alimentarias de México fue el estilo de vida, predominantemente estadounidense, entre la población. Empresas norteamericanos y de otros países, fabricantes de frituras, se sumaron a las existentes en México y aumentaron la oferta de “comida chatarra”, a la que incentivaron con diversos obsequios mercadológicos y el reforzamientos de sabores dulces y salados que volvió adicta a la población, según revelaron estudios recientes sobre obesidad y adición.
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