“Queremos agua; que se traiga de dónde sea”, fue la respuesta contundente de la mayoría de los encuestados por Mi Ambiente.
Es obligación de los gobiernos dotar de este recurso a la población. Traerla de donde sea y al costo que sea, precisaron.
Actualmente, el Valle de México, conformado por las 16 Delegaciones del DF; 29 municipios mexiquenses y dos hidalguenses, recibe 81.9 metros cúbicos por segundo para satisfacer las necesidades de 22 millones de habitantes de la región.
Esa cantidad es más que suficiente, pues se requieren mil litros por segundo para satisfacer a más 500 mil habitantes, comentó Ramón Aguirre Díaz, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
Pese a ello, el problema que se enfrenta es la caducidad de su sistema hídrico, mucha de cuya infraestructura básica es casi centenaria y respondió a una ciudad cuya densidad poblacional se multiplicó en las últimas décadas.
Esta obsolescencia causa diversos problemas, tanto en el origen del líquido como en su distribución, por lo que existe una permanente búsqueda de nuevos manantiales para la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM).
Con el actual sistema hídrico, los mantos mexiquenses, de donde proviene la mayoría del agua que se consume en esa región, pronto se agotarán y se tendrá que acudir a fuentes más lejanas, como sería el caso del sureste nacional.
Aquí, los caudalosos ríos Grijalva, Usumacinta y Papaloapan registran grandes reservas que, actualmente, se desperdician y van a parar al Golfo de México, sin el uso y beneficio adecuados.
Un reporte de Naciones Unidas (ONU) indica que 40 por ciento del agua que recibe la ZMCM se pierde en fugas, comentario similar vertieron especialistas de la UNAM y UAM, en el foro “Cuencas y ciudades”, organizado para rendir homenaje a Nabor Carrillo, quien realizó estudios para la sustentabilidad hídrica de la Cuenca de México, y cuyo nombre lleva el lago, ubicado en el oriente.
Los rectores José Narro Robles, de la UNAM, y José Lema Labadie, de la UAM, insistieron en nuevos enfoques al sistema hídrico metropolitano para enfrentar los problemas de hundimientos, grietas y escasez del agua, causados por el agotamiento del sistema vigente.
El agua que se pierde por fugas sería suficiente para dotar de este servicio a 8 millones 400 mil personas, cantidad equivalente a los habitantes del DF.
BALANCE HIDRICO
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Valle de México cuenta con 214.7 metros cúbicos de agua pluvial; 2.9, de ríos y manantiales; 4.8, del Lerma; 14.7 del Cutzamala, y 59.5 de acuíferos locales.
José Luis Luege Tamargo, director general de Conagua, dijo que en el Valle existen 3 mil pozos autorizados para la extracción del líquido, pero se estima que hay otros 4 mil más que trabajan de forma clandestina.
De los 81.9 metros cúbicos por segundo que recibe la ZMCM, 64.7 se usan para consumo humano; 4.6, para la industria, y 12.6 para actividades agrícolas. Además, la evaporación es de 159.4; la recarga, de 31.1; hay un escurrimiento de 23.7, y se desechan 3.4 hacia Hidalgo.
La capacidad de las siete presas que componen el Sistema Cutzamala son: Valle de Bravo, 394.4 millones de metros cúbicos; Bosques, 202.4; Villa Victoria, 186.3; Tuxpan, 5; Chilesdo y Colorines, 1.5, cada una, e Ixtapan del Oro con .5.
SOBREEXPLOTACION DE ACUIFEROS
El acuífero de la ZMVM registra una sobreexplotación de 969 millones 580 mil metros cúbicos, pues se le extraen mil 248 millones 580 mil metros cúbicos y sólo se recargan 279, cada año.
El segundo más explotado en el Valle de México es Texcoco, con 92.5 Mm3/año y una recarga de 48.6; le sigue Cuautitlán-Pachuca, con 243.3 y de 202.9, y Chalco-Amecameca, con 90.3 y 74 Mm3 anuales, en extracciones y recargas, respectivamente.
Los únicos acuíferos del Valle que no están sobreexplotados son Soltepec, Tecocomulco y Apan que tienen una recarga conjunta de 750.7 millones de metros cúbicos y una extracción de 701.8 Mm3 anuales.
Abundancia hídrica sin aprovechar del todo, en el sureste del país.
Comentarios Cerrados