CORE 31 es la nueva propuesta de Craft Arquitectos que conjuga lujo, confort, estética y un atrevido diseño que permitirá a los residentes contar con una de las panorámicas más espectaculares de toda el área metropolitana.
La torre ocupa parte de un terreno de 5 mil 500 cuadrados dentro del Fraccionamiento La Cúspide, en la exclusiva zona de Bosque Real.
Bajo la premisa de crear un desarrollo que no afectara la vista de los edificios que rodean a CORE 31 –y de impactar lo menos posible sobre el terreno– se decidió erigir una esbelta torre de 36 niveles, con 31 lujosos departamentos.
“Teníamos la oportunidad de hacer un edificio con menos intensidad sobre el suelo, con mayor separación de los otros complejos y con un espacio que se siente con gran amplitud: son privilegios que ya no se pueden ofrecer en el centro de la Ciudad de México, por ejemplo”, explica el arquitecto Alan Rahmane, director de CRAFT Arquitectos.
El proyecto cuenta con un basamento de tres niveles y once metros de altura, aproximadamente, con lo que se libra la loma que flanquea la parte trasera del terreno que contiene a CORE 31.
Este basamento no sólo contendrá dos niveles de estacionamiento y uno de amenidades, sino que evita construir el área de aparcamiento en niveles subterráneos.
DISEÑO DE ALTURA
Una de las características que harán de CORE 31 el nuevo referente de Bosque Real es la esbeltez de la propuesta.
“El tema sísmico es importante, pero, ante esta esbeltez, el viento se convierte en otro factor a considerar dentro de una de las zonas más altas de México”, advierte Rahmane.
De ahí que la torre cuenta con un diseño cilíndrico, pues se comprobó que el desempeño aerodinámico se optimiza en una torre con esta forma.
Como resultado, cada departamento gozará de vistas privilegiadas que dominarán 360 grados de la panorámica urbana, un concepto inédito en la zona. Con ello, no sólo se trata de tener un juego visual digno de postal, sino también de disfrutar de la salida y puesta del sol desde la comodidad del hogar.
“La forma circular ayudó a generar la panorámica que buscábamos para cada departamento, mientras que el elemento que genera esa sensación de torsión del edificio son las terrazas”, comparte el arquitecto.
Cada departamento contará con dos terrazas: una que va girando alrededor de la zona privada de la casa (recámaras) y otra que cubre la zona pública de la vivienda (áreas sociales). Los balcones se mueven 90 grados desde el primer hasta el último departamento, con un gesto sutil que va generando la percepción de movimiento continuo.
El balcón de menor tamaño cuenta con 20 metros cuadrados, mientras que el mayor es de 35 metros cuadrados con claros de cuatro metros. La torre genera sombras muy interesantes y la torsión acompaña esos 180 grados por los que cruza el Sol todos los días”, comparte el arquitecto.
VIVIENDAS ÚNICAS
Al proponer espacios donde los balcones marcan un diferencial con respecto a cada departamento, la torre también provee viviendas únicas.
“La configuración en la que contaremos con un espacio en semicírculo para las áreas sociales, abre la posibilidad de que la gente adecúe su sala como quiera, en la perspectiva que más disfrute”, señala Rahmane.
Los departamentos contarán con 460 metros cuadrados y mantendrán las espectaculares vistas desde cocina, baños y vestidores.
El ingreso de la torre cuenta con altas medidas de seguridad, a través de elevadores y un control de acceso que permitirán a cada residente salir del elevador y encontrarse en su hogar.
De acuerdo con el arquitecto, el pasillo central que parte del vestíbulo será el que divida las áreas públicas de las privadas. “Se podrá tener, por un lado, vista al poniente y, por el otro, al oriente de forma continua”, explica Rahmane.
ESTRUCTURA A PRUEBA DE TODO
El nombre de CORE 31 obedece al núcleo estructural, el cual abarca una proporción importante de la planta: alberga elevadores, vestíbulos, áreas húmedas y vestidores de recámaras secundarias.
“Tenemos este núcleo que da la rigidez necesaria al conjunto, es una columna vertebral que brinda estabilidad y ancla el edificio, mientras que las columnas simplemente transmiten la carga vertical”, comenta el artífice.
La torre de 126 metros de altura ha sido validada por diversos despachos de ingeniería, con la finalidad de generar la seguridad que requiere una torre de estas características en una zona de fuertes vientos y actividad sísmica.
Para la fachada se ha utilizado concreto negro, vidrios insulados y cancelería con un buen desempeño energético. “El color negro lo hemos tomado porque es la forma en la que se siente más desapercibida en el contexto inmediato, además de que es una tonalidad que contribuye al correcto envejecimiento de la obra”, explica el arquitecto.
TORRE FAMILIAR
La torre de 36 niveles será la punta más alta de Bosque Real, e incluirá diversas amenidades y atractivos que van más allá de las impresionantes vistas.
Los condóminos podrán disfrutar de ludoteca y un amplio jardín, salón de adultos, salón de fiestas, spa y área de alberca. Además, el primer departamento en sentido ascendente disfrutará de un jardín exclusivo de aproximadamente mil metros cuadrados.
Asimismo, el penthouse del desarrollo contará con los dos niveles superiores de la torre y más de 750 metros cuadrados de espacio.
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