Brigadistas de la comunidad Ajusco y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) realizan acciones de prevención ante la temporada de incendios que dará inicio el 16 de enero con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de las zonas que suministran de servicios ambientales a la CDMX.
Desde hace 4 años se realizan quemas controladas en la región baja, media y alta del Ajusco, la tercera montaña más alta en el Valle de México ubicada en la delegación Tlalpan. En la densidad de sus bosques de pino y encino, habitados por víboras de cascabel y conejos teporingos se realizan importantes contribuciones en la captura de carbono, reducción de contaminación y captación pluvial.
Con su cumbre más alta a 3,900 metros sobre el nivel del mar, el Ajusco es también un volcán extinto en donde crecen pastizales que una vez que secan representan una fuente de combustión para la propagación de incendios en las 7,619 hectáreas (ha) que engalanan sus bosques.
En un ejercicio de prevención denominado “línea negra” se realiza la quema de 40 mil ha en donde participan brigadistas de la Conafor junto a la comunidad Ajusco. Para efectuar esta labor, los brigadistas cuentan con equipo especializado como aspersoras de agua y antorchas de goteo, junto a palas y azadones, que permiten mantener bajo control el fuego.
59 % del suelo en la CDMX de México es suelo de conservación, Tlalpan es la segunda demarcación en contar con áreas de reserva después de Milpa Alta.
Mientras supervisa las tareas de los brigadistas Arturo Cruz, Jefe del Departamento de Protección de la Gerencia Estatal de la CDMX de Conafor, explica que para garantizar la seguridad, el control del fuego debe ser en contra de la pendiente de la montaña y en contra de la dirección del viento. Así mismo detalla que el monitoreo de la velocidad y dirección del viento es crucial a razón de que es uno de los factores atmosféricos más cambiantes y puede poner en riesgo la vida de los especialistas.
A pesar de que la temporada de incendios es del 16 de enero hasta el 15 de julio, el cambio climático ha ocasionado que desde hace 8 años en la CDMX los incendios comiencen una vez que termina la temporada de lluvias, “desde octubre, en diciembre se intensifican y en enero ya estamos nosotros combatiendo incendios”, relata Arturo Cruz.
Del 01 de enero al 29 de diciembre de 2016 se registraron 8,919 incendios forestales en 32 entidades federativas, afectando una superficie de 272, 440 ha.
Desde el 1 de enero a la fecha hemos registrado 11 incendios en la CDMX, específicamente en las demarcaciones Tlalpan, Milpa Alta y Xochimilco en donde se han dañado 4.75 ha. Con esta cifra la capital del país ocupa el primer lugar a nivel nacional en registro de incendios.
De acuerdo a César Camacho, Presidente Comisariado de la Comunidad Ajusco, este tipo de acciones contribuye a reducir en un 95 % los incendios forestales. Pero para lograrlo, el trabajo coordinado entre instituciones y la comunidad es fundamental “el bosque no se cuida solo, tiene el apoyo de la comunidad y la comunidad está haciendo este trabajo. Una quema de un bosque es como si un pulmón (humano) tuviera algún problema, entonces ya no se respira igual”.
A pesar de que los incendios forestales son causados por descuidos humanos, quemas inducidas para alimentar al ganado y circunstancias naturales, la Bióloga Esther Sandoval de la Gerencia Estatal de Conafor, realiza un llamado a todos los visitantes que disfrutan de la belleza escénica de este paraje a que no tiren basura, cuiden la biodiversidad y verifiquen que las fogatas estén debidamente apagadas para no contribuir a incrementar las estadísticas durante la temporada de incendios que se aproxima.
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