En la Ciudad de México (CDMX), vive la tercera parte de las especies de aves de todo el país, entre ellas, aguilillas, cernícalos, patos, pinzones, carpinteros, zorzales, garzas y colibríes. Un total de 1,117 especies de aves habitan el territorio mexicano, de ellas, 365 especies se encuentran y viven en la capital.
Parte de esta belleza se podrá a preciar en la exposición escultórica “Aves de la CDMX. Una Sinfonía de Colores” del creador de arte sustentable Davit Nava, exhibe en la estación del Metro Zócalo de la Ciudad de México un total de 80 esculturas en tamaño real de las aves más comunes que viven en esta ciudad. Visita la exhibición del 19 de octubre al 19 de noviembre de 2018.
El motivo de la muestra es acercar al conocimiento y disfrute de las aves, al ciudadano de a pie, a quien utiliza y a veces a diario, el Metro de la CDMX. Asimismo, la exhibición pretende despertar interés sobre estas especies para que el público se anime a conocer más de ellas en otras plataformas, como AverAves, AvesMX, Naturalista y EncicloVida. De la anterior forma, la acción ciudadana podrá verse reflejada en la conservación de las especies.
La importancia ecológica de las aves se presenta en varios aspectos: polinizan flores, dispersan semillas, controlan poblaciones de insectos, se alimentan de carne putrefacta, y en general, son excelentes indicadores de la salud de ambientes naturales.
La exposición se da en el marco del “2018 Año de las Aves” gracias a la colaboración de Cultura Metro del Sistema de Transporte Colectivo de la CDMX, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y del escultor mexicano nacido en el estado de Morelos, Davit Nava.
Al respecto, el autor Davit Nava comentó que “uso madera de árboles que han caído naturalmente y barro que no requiere hornearse, porque quiero que los materiales aporten más de lo que quitan al planeta. Es decir, busco usar materiales amigables con la naturaleza”. Y añade: “Cuando creo una escultura, como la de un ave, pienso que estoy usando mis manos y mi tiempo para crear conexiones entre el hombre y la naturaleza basadas en el respeto mutuo. Los humanos también somos naturaleza, por ello nos respetamos respetándola”.
Cada ave fue pintada de forma estilizada, con líneas rectas y cortes geométricos; buscando simplificar al máximo detalles, colores y características de las especies reales. El autor comenta: “De esta forma, se facilita a los espectadores recordar los detalles del ave para su posterior reconocimiento, cuando observen al ave real en su ambiente natural”.
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