Cuando los líderes mundiales se reúnan en París el 30 de noviembre para negociar un acuerdo sobre el Cambio Climático (CC), habrán escuchado un mensaje claro de los líderes religiosos del mundo: cuidar nuestro Planeta es un deber moral, señala un artículo de ShareAmerica.
La encíclica del Papa Francisco de mayo pasado, dirigida a los 1,200 millones de católicos romanos “Laudato si: Sobre el cuidado de la casa común”, fue recibida con gran atención y desarrolló gran conversación.
“Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación”, concluye.
Un simposio islámico internacional sobre el CC, realizado en agosto hizo un llamado a los musulmanes a cuidar el medioambiente y “reconocer la obligación moral de reducir el consumo de manera que los pobres puedan beneficiarse de lo que queda de los recursos no renovables de la Tierra”.
Los líderes musulmanes que respaldaron la declaración urgieron a los 1,600 millones de sus fieles apoyar plenamente el acuerdo global para el clima.
Ambas declaraciones coinciden con las conclusiones de la comunidad científica internacional de que las emisiones de los combustibles a partir de carbono que queman los humanos provocan las tendencias del calentamiento planetario.
“Hay graves fallos en la manera en que utilizamos los recursos naturales, las fuentes de la vida en la Tierra. Se precisa una urgente y radical revisión de ello”, indica la declaración islámica.
La encíclica papal hizo un llamado similar a reexaminar el uso insostenible de los recursos de la Tierra.
Recientemente, en la plaza de San Pedro en el Vaticano se manifestaron cristianos, musulmanes, judíos e hindúes en favor de tomar medidas sobre el CC.
En Estados Unidos los ciudadanos de diversas comunidades religiosas se han movilizado en apoyo de la causa.
La Conferencia Central de Rabinos de Estados Unidos ha declarado: que “minimizar el CC exige que aprendamos cómo vivir dentro los límites ecológicos de la Tierra, de manera que no comprometamos la seguridad ecológica o económica de quienes vengan después de nosotros”.
El grupo ecológico musulmán Green Muslims dedica su atención a temas medioambientales mundiales. Su esfuerzo comenzó cuando un pequeño grupo de musulmanes estadounidenses auspició un iftar (evento social donde la gente se reune para festejar y comer) con cero producción de basura en el año 2007.
Para enfrentar con efectividad la crisis climática la Red Budista de Acción Climática (BCAN) dice que “necesitamos experimentar una sensación de urgencia… a nivel colectivo, en escala masiva”.
BCAN invita a sus afiliados a sumarse a actividades colectivas tales como manifestaciones, protestas y foros, como parte de una campaña mundial en favor de políticas más sostenibles.
El grupo Interfaith Power and Light ayuda a los grupos religiosos a reducir las emisiones y el uso de electricidad, y fomenta el papel que las personas religiosas deben tener para resolver las causas y consecuencias del CC.
Estos grupos religiosos agregan una perspectiva importante a la amplia coalición de grupos que trabajan para combatir el CC.
La causa adquirirá mayor prominencia este mes, cuando el Papa Francisco visite Estados Unidos y los temas a los que se refiere en su encíclica sean ampliamente publicitados y discutidos.
¿Cómo participan las comunidades de fe de su entorno en los temas medioambientales? ¿Es la protección ambiental una responsabilidad moral en su propio sistema de creencias?
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